Querido Helen,
Hoy pasaste rozando junto a mi asiento. Pude sentir tu aroma por un efímero momento, pero eso me bastó para embriagarme con él.
No usas ninguna loción; sólo es el detergente para ropa lo que llevas. Huele delicioso.
Algún día podré olerlo mejor, estando abrazada a ti.
♥