Las luciérnagas al ritmo de las gotas de lluvia se prenden y apagan,
Mis pupilas se dilatan mientras mis penas se hidratan, el corazón se ilumina mientras mis piernas imploran descanso.
Pero mi cabeza está más qué lista, pérdida, y lleva sólo en mente encontrarse con tus labios, para juntarnos.
Mientras doy cada paso mi cuerpo se recupera de este dolor inmenso, y mis ganas se vuelven más.
Estoy de nuevo por las calles vacías y es de madrugada y te busco porque necesito un beso como medicina a esta epidemia de soledad.
-CASR.