Es qué ese era el problema, qué cuando te pensaba se me salían las lágrimas pero también una enorme sonrisa...sí, a pesar de todo los daños, estaba esa sonrisa qué siempre me sacaste.
Y ese era el problema, porqué los momentos felices nunca se intentan olvidar, no se puede, están ahí para siempre, y por eso tu también lo estarás, porqué fuiste mi felicidad entre tanto dolor.
Y lo agradezco, pero también me hace extrañarte el doble.