09. Manipulación

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-¡Que no! - Dije cerrando la puerta de mi oficina en casa. Annie había estado todo el domingo en mi espalda con los papeles del divorcio en la mano. Tom se había puesto malo y Annie no dejaba de mostrarme los papeles cuando intentábamos atender a nuestro hijo. Brad por su parte quería salir con sus amigos y su ropa no estaba limpia, maldita adolescencia.

Nuestros abogados no dejaban de llamar para ver si se debía posponer el caso hasta previo aviso, mientras Annie decía que le dieran una semana más yo pedía que se cancelara el divorcio. No nos estábamos poniendo de acuerdo y no solo estábamos ocasionando un problema en casa si no fuera de casa.

Mi móvil comenzó a sonar. Extendí mi mano para cogerlo cuando la pata de la silla se inclinó hacía el costado haciendo que caiga al piso junto a ella. - Maldición Tom...- Susurré al ver que el juguete de mi hijo había hecho que la silla no quedara en su posición. - Diga.- Contesté una vez en la silla.

-Bro, juro que no quiero decirte esto pero si no terminas el trabajo pronto necesitaré ayuda de una asistente. - Dijo Dylan al otro lado de la línea.

-¿De qué coño hablas? - Le dije mientras me rascaba la nuca.

-Hablo de que no me estas dando los informes correspondientes y el trabajo atrasado no se hace solo amigo. - Dijo esté.

-Prometo terminar todo este finde semana. - Murmure cerrando mis ojos. ¿Cómo podría terminar el trabajo atrasado si ni siquiera podía encargarme de mi en estos momentos? Pensé mientras oía a lo lejos como mi amigo me decía algo. Los toques en la puerta del despacho se hicieron presentes y la puerta se abrió al instante. Corté la llamada sin decirle ni adiós a mi amigo.

Una Annie calmada apareció en la puerta y dejando mi móvil en mi escritorio rodeé los ojos sabiendo a que venía. No me atreví a mirar su mano porque no quería ver los malditos papeles.

-¿Llamando a Mónica por un poco de paz? - Preguntó mientras se acercaba. Ella sonrió y apoyo sus manos, que al parecer estaban libres en escritorio.

-Annie, por favor...- Murmuré. Nunca había sentido la sensación de soledad y sufrimiento, pero en estos momentos sentía un vació en el pecho, sentía que mi mundo se estaba poniendo en patas para arriba y no estaba controlando nada de nada. No estaba controlando como siempre lo he hecho, siempre se me ha hecho fácil controlar todo a mi al rededor pero todo ha dado una vuelta de trescientos sesenta grados y mis manos no daban a basto para sostener la presión.

-Bien, bien...- Dijo ella mientras se acercaba a mi silla. Puse mis manos en mi cabeza intentando aclarar mis ideas. - ¿Qué te sucede? - Preguntó mientras corría mis codos de mis rodillas y se sentaba en mi regazo. ¿Qué estaba haciendo?

-¿Que haces?- Le pregunté sin sacar mis manos de mi rostro.

-Necesitas amor...- Susurró en mi oído mientras colocaba sus manos sobre las mías y las quitaba de mi rostro. - Tu necesitas mi amor. - Dijo mientras se acercaba a mi rostro lentamente. La espera de que sus labios llegaran los mios fue eterna pero llegó.

Su lengua entro en mi boca y no lo impedí. Ella sabía lo que yo necesitaba y la verdad es que sí, necesitaba su amor a toda costa. Necesitaba de sus besos, caricias y abrazos. Necesitaba estar con ella acurrucado toda la noche en la cama con ella pero era imposible con sus actitudes.

-Annie...- No quería que mi corazón se rompiera luego de que ella acortara el beso o sucediera lo que fuera a suceder si esto llegaba más lejos. Estiré mis manos y acaricie sus hombros al aire, bajando a su pierna al descubierto con esa pollera de jean ajustado.

Su pollera se levantó haciendo que sus muslos rellenos saltaran hacia los costados por la presión del jean cuando colocó sus piernas a ambos lados de mi cadera. Levanté su pollera hacía arriba con fuerza intentando no romperla. Ella gimió en mi boca y supe que estaba perdido desde ese preciso momento. Sus caderas de mecieron hacia delante y luego hacia atrás repetidas veces.

La necesidad de comerme a esta mujer entera pudo más que la idea de apartarla y conversar sobre lo que era importante. El futuro.

-¿Lo harás? - Preguntó pasando su lengua por mi labio inferior.

-Sí, pero en la silla no. - Le dije mientras comenzaba a desabrochar mi camiseta. Ella sonrió en mis labios y estiro sus manos hacia atrás al cierre de su pollera.
Su risa se hizo más fuerte cuando mi camisa estaba desabrochada completamente. -¿Qué te hace reír?

-¿Pensaste qué tendríamos sexo? - Preguntó mientras se levantaba de mi regaño y tiraba sobre este los papeles del divorcio que tenía escondidos en su espalda. Al mirar caer los papales pude ver la erección que tenía debajo de mis pantalones y maldije mentalmente a Annie por ser tan mala conmigo.

El llanto de Tom se escucho haciendo que saliera corriendo hacia su habitación mientras prendía mi camiseta. Pude sentir los pasos de Annie detrás de mí. Cuando llegué a la habitación de mi hijo no espero a que llegara a la cama para vomitar todo lo que tenía en el estomago. Joder, al final si necesitaba una asistente en la oficina porque no podría terminar el trabajo para Dylan.

¿Dónde estaba escrito que el perdón era tan difícil de aceptar?


Gracias por los 1K!!!! Espero que lleguemos más lejos chicas, gracias mil jwvnsekvnnwj

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