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Y aunque siga con mi mascara puesta y trate de engañar a mi cabeza.

Mi corazón, aunque apagado
No se deja engañar, sigue suspirando y anhelando, el volver a verte
Aunque nunca, nunca lo admita en voz alta...

Soay.

Tristán

Me pare dejando caer mi silla, busque con la mirada a la chica que me atendio, todos me miraban. Le hice una seña ella se acerco demasiado lento, asi que fui a su encuentro saque un billete y se lo entregue.

-Señor - me llamo. Me gire para verla - Son cien dolares - me mostro el billete.

-Quedate con el cambio.

Sali con prisa del local y la busque con la mirada, pronto la encontre.

Caminaba sin prisa, pero con paso seguro.

Yo la seguia sin perderla de vista, sentía que si lo hacía ella desaparecería en cualquier momento.

Camino dos cuadras en la misma dirección. Ingreso a la estacion del metro, la vi hablar de nuevo por telefono y de pronto sonrio, mi corazón se quedo paralizado, el tiempo parecía haberse detenido, incluso pense que me había visto que era a mi a quien sonreía... pero no, abordo el tren en cuanto se detuvo.

Yo fui tras ella aguardando la distancía, cuidando de que no me viera. No entendía por que estaba haciendo esto, pero había algo mas fuerte que mi voluntad de dar media vuelta y hacer de cuenta que no la había visto.

Tomo asiento y saco sus audifonos, se los puso y parecio perderse en su mundo, como si nada alrededor existiera.

La gente subía, bajaba andaba a su alrededor y ella parecía totalmente ajena a todo y todos. Llevaba su cabeza recargada en una ventana y los ojos cerrados.

Despues de varias estaciones se puso de pie y bajo olvidando su paraguas, fui por el, pero una señora fue mas rapida que yo.

Cuando la llamo para entregarselo ella le dedico una dulce sonrisa y mirada. Nego con la cabeza y siguio su camino.

Salimos de nuevo a las calles, el aire había incrementado a lo igual que el frío.

Se detuvo frente a un edificio de tres plantas e ingreso, espere algunos minutos antes de acercarme, la entrada era una puerta de cristal la cual se encontraba cerrada, vi hacía el interior pero no se veía a nadie. Al buscar encontre en la pared un interfon con tres botones y tres nombres y ahí vi que señalaba "Villanueva y Asociados" arquitectos.

No pude evitar la sonrisa que afloro, al igual que el orgullo que se instalo en mi, ella... ¡Lo había conseguido!

Bueno eso nunca lo había dudado, cuando la conoci ya era muy tenaz, tanto que... no le importo dejarme con el corazón hecho añicos.

Todo el dolor que llevaba sepultado resurgio, recordandome que la vida es un asco, que el destino nos hace simples marionetas y mueve muestros hilos a su antojo, que para divertirse nos arrebata lo que amamos.

Busque donde podría quedarme oculto, sabía que tenia que darme media vuelta y largarme y no volver jamas, pero no podía, solo quería ver un poco mas.

Me repetía una y otra vez que no significaba nada, que simplemente tomaria la oportunidad que me ofrecía.

Mi telefono reclamaba mi atención constantemente, pero decidido en mi empeño, lo apague.

El flujo de personas era constante en la primera hora, despues el edificio se fue quedando solo.

La lucha interna en la que me debatia fue acresentandose conforme el tiempo pasaba, y gano la sensatez, decidi que me marcharía y no volvería... nunca.

Angel de CristalHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin