No más Genei, muerte a la araña.

Capítulo 19

En las casa de los Azevel se había montado un gran escándalo y se habían formado dos bandos. En uno estaban Eero, Arón, Aaron, Cristal, Estela y Ellim. Y en el otro estaban Enero y Emerik.

-Hermano, entiéndelo. Crees que yo le habría dejado salir con Cristal sin no supiera que en realidad la hará feliz. -empezó Eero.

-No lo sé, estos días estás muy raro. No será que tú también estás cayendo, ¿no? -amenazó Enero.

-Me haréis más daño separándome de él que si Aaron me hace algo. -contraatacó Cristal.

-Cristal, no te metas. -ordenó su padre.

-¡Pero si tengo todo el derecho a meterme! ¡Esto va sobre mí! -se quejó ella.

-Os daré una oportunidad, pero como le hagas daño, acabaré personalmente con tu inútil vida. -avisó Enero.

Una vez finalizada la pelea todos se sentaron en la mesa y al poco rato llegó Edel.

-Hola. -saludó el recién llegado.

-Hermanito, hermanito, hermanita tiene novio. -dijo Ellim señalando a Arón.

-No Ellim, es el otro. -se limitó a responder Edel.

Ellim frunció el ceño, señaló a Aaron y sonrió de nuevo.

-¿N-no te sorprende? -preguntó cuidadosamente Arón.

-No. En cierta forma, era de esperarse. -respondió él, sentándose a la mesa como los demás.

-Bueno, ahora que estamos todos, vuestro padre y yo queríamos preguntaros al trío de las sombras si podríais llevaros a Ellim a conocer el mundo y enseñarle a robar.

Mientras, en Gorteau del Este...

-Jay, llevamos mucho tiempo aquí esperando y no dan aparecido. -se quejó Aleydis.

-Ten paciencia, a lo mejor saben que estamos aquí y esperan que nos cansemos y nos vayamos. -respondió Jay.

-No creo, seguramente nos intentarían matar antes de esperar. -respondió Thend. -Por cierto, ¿qué relación teneis vosotros con la nueva miembro del Genei Ryodan?

-Ninguna, es solo que Aley sabe cosas privadas que ella quiere saber. -contestó Jay.

-No les estaréis contandos nuestros planes, ¿verdad?-amenazó Thend.

-¡Claro que no!- se indignó Aleydis.

-¿Aquellos dos no son miembros? -preguntó Jay, señalando a una chica de pelo rosa y un chico que parecía un samurai.

-Creo que sí. Me parece recordarlos de cuando los seguíamos. -respondió Thend.

-¿Vamos a ver que dicen?

-Sí. -contestó Thend a Aleydis.

Los tres se acercaron a una distancia prudencial y se dedicaron a hablar disimuladamente de lo que escuchaban.

-Así que es cierto que planean eso. - dijo Jay.

-Dijeron dentro de una semana en la tienda Corazones y Riñones, ¿no? -preguntó Aley.

-Sí, ya tenemos toda la información que necesitábamos. -respondió Thend levantándose de la silla y lléndose seguido de sus compañeros.

Cuando se hubieron alejado lo suficiente, Jay llamó por teléfono al jefe.

-Jefe, hemos encontrado a dos miembros hablando y hemos decubierto cuándo y dónde van a vender lo que robaron en la subasta. -anunció.

-Muy bien, estad atentos. Mandaré refuerzos ahora mismo, si no han llegado para el día atacad vosotros. -dijo el jefe antes de colgar.

-Sí, señor.

-¿Que dijo, Jay?

-Dijo que mandará refuerzos y que si no llegaron para el día, que actuemos nosotros solos. -explicó, a lo que sus compañeros se limitaron a asentir.

Mientras en NGL...

-Por mi está bien. -respondió Cristal.

-A mi me da igual, mientras no estorbe demasiado. -respondió Eero.

-Va a estorbar. -se limitó a responder Enero.

-No tiene por qué. -objetó Cristal. -Si yo la cuido no os estorbará. ¿Puede venir?

Ambas chicas miraban a sus hermanos con ojos de corderito degollado.

-Como quieras, pero si le pasa algo la culpa será tuya.

-¡Sí! -gritaron las dos chicas a la vez.

-Vamos a jugar Ellim. -dijo la mayor llevando a su hermana a fuera y olvidándose de la cena.

Enero las iba a ir a buscar pero su hermano lo retuvo y le negó con la cabeza.