Capítulo 1. Solo será una semana

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Narra Rubén

Acababa de terminar de grabar un vídeo y ya lo estaba subiendo cuando oí la puerta de mi habitación abrirse.

-Hola.- saludó Mangel

-Hey! ¿Qué tal?.- respondí alegre

-Bien, venía para avisarte de que van a venir Samuel y Guille de visita. ¿Te parece bien?

-Sí, claro. ¿Por qué me preguntas?

-Por nada, es que pensaba que Samuel no te caía muy bien

-No es eso, es simplemente que no tenemos mucha relación.

-Bueno, si no te importa se quedaran aquí.

-¿Qué?.-dije sorprendido

-Rubius, me confundes. Si no quieres no pasa nada, Alex también puede.

-No.- grité.- No es por eso, Mangel solo me sorprendió que prefieran quedarse aquí. ¿Seguro que Samuel quiere venir aquí?

-Sí, fue idea suya.

Le miré sorprendido, no me esperaba eso de Samuel sobre todo por nuestra casi nula relación. No tengo nada contra él, solo que nunca nos hemos llegado a conocer demasiado. Pero si él quiere venir aquí no seré yo quien se lo impida.

-Rubius... .- gritó Mangel sacándome de mis pensamientos

-Lo siento, ¿qué decías?

-Que tenemos que ir al aeropuerto

-¿Qué? ¿Ya? ¿Tan pronto?.- pregunté

-Sí, si me hubieras hecho caso te habrías enterado

-Lo siento, Mangel. ¿Me lo puedes repetir?.- supliqué mirándole con ojos de cachorrito

-Vale.- suspiró .-Te decía que van a venir hoy, y llegaran en una hora. Pero tenemos que ir a buscar a Alex.

-¿A Alex?

-Sí, Guille se quedará con él. Y Vegetta contigo

-Creía que se quedarían aquí los dos.

-No, me explique mal

-¿Cuánto tiempo será?

-Solo será una semana

-Una es mucho tiempo.- suspiré

Ahora las cosas empeoraban, me quedaría a solas con Vegetta. Momentos incómodos se acercaban no estaba listo para esto. No estaba listo, aunque fuera poco tiempo, tenía que pasar tiempo con él y me daba bastante apuro. ¿Por qué querría venirse a mi casa? ¿Por qué a mí? ¿No podría haberse quedado con Mangel o Frank? No podía dejar de pensar en ello.

-Rubius... .- volvió a gritar Mangel.- Joder chaval ¿se puede saber qué te pasa hoy?

-No es nada Mangel. Solo estaba pensando.- sonreí ampliamente

-Pues deja de pensar que llegamos tarde

-Vale.- dije mientras me levantaba

Salimos de mi casa, recogimos a Alex y fuimos hacia el aeropuerto. Llegamos justo a tiempo, cuando llegamos Guille y Samuel nos estaban esperando.

-¡Buenas compañeros!.- dijo Samuel

-¿Qué tal chicos?.- añadió Guille

Alex les abrazó, al igual que Mangel, yo abracé a Guille. Cuando llegué enfrente de Samuel ambos estábamos un tanto incómodos, todos esperaban que nos abrazásemos pero yo solo pude dedicarle una amplia sonrisa, un poco falsa a decir verdad. Él me ofreció su mano y yo se la estreché. Una vez dada la bienvenida, Alex se fue con Guille a su casa. Por otro lado nos fuimos Mangel, Samuel y yo a la mía. Al llegar y abrir la puerta, Samuel la analizó minuciosamente, algo que no me gustó.

-Muy bonita la casa.- dijo

-Gracias.- solté borde

Sentí un codazo por parte de Mangel, ambos nos miramos.

-Espero que todo este a su gusto.

-Claro, todo es perfecto

Le enseñé donde dormiría, él acomodó sus cosas y mientras tanto acompañé a Mangel a la salida

-No te vayas.- supliqué.- Por favor

-Lo siento Rubius, pero tengo que irme

-No, por favor Mangel, no podré soportarlo.

-Rubius, tranquilo. Solo será una semana.

Tras decir eso, se fue. Dejándome a solas con ese tío. Fui a su habitación haber que estaba haciendo, me asomé disimuladamente. Y vi que estaba con su móvil, en Whatsapp hablando con Guille. Al notar mi presencia lo cerró. Yo me sonrojé ligeramente, me había pillado cotilleándole. Hice como si nada y pasé de largo

-Rubén, te he visto.- dijo desde la habitación

-Lo siento.- dije mientras volvía sobre mis pasos

-No importa, me halaga que al gran Rubius le importe lo que haga

Este tío de que va pensé quién se cree para hablarme así y más cuando está en mi casa. Entré en la habitación algo cabreado, quería decirle un par de cosas, cuando vi su expresión algo le pasaba

-Oye, Vege... .- no sabía como llamarle.- Samuel.- corregí .- ¿Estás bien?

-Sí, tranquilo Rubén

-¿Es por mí? Si no te sientes a gusto aquí, no estás obligado a quedarte.- dije con una esperanza de que quisiera irse

-No, tranquilo no es nada. Está todo perfecto. Nunca pensé que decorarías así de bien guardando la simetría

Tuvo que saltar, Don Simétrico en acción.

-¿Cómo debería tomarme eso?.- dije sarcástico

-Bien, Rubén. Era una pequeña broma, ya sabes para romper el hielo.- dijo mostrándome una sonrisa

-Sabes mentir muy mal. Ya enserio ¿qué te pasa?

-La verdad, es un poco por Guille.- dijo cabizbajo

-¿Es cierto? ¿Estáis juntos? ¿Wigetta is real?.- pregunté

-Sí, estamos juntos. Wigetta es real.

-Vaya amigos, no contarlo

-Pero Rubén, ¿tu y yo somos amigos?

Al acabar de pronunciarla vi su expresión mirándome. Él sabía perfectamente que no tendría que haberla dicho me dolió he de admitirlo. Si antes ya no le aguantaba ahora mucho menos depués de esto. Me fui a mi habitación y me encerré en ella. Me senté tras la puerta

-Joder, una puta semana con este tío. No podré soportarlo, será la semana más larga de mi vida.- grité

No me importaba que me oyese al contrario, era mejor así sabría como me he sentido yo y que no es bienvenido en MI casa.

-Mierda, joder Mangel no sé cómo pude aceptar esto.- grité mientras golpeaba el suelo.- Aún recuerdo tus palabras.- susurré

-Rubius, tranquilo. Solo será una semana.

Aclaración: Escribí esta historia con 15 años, quizá tenga errores ortográficos aunque intenté que no fuera así. Lo que sí que tiene son errores de cohesión y coherencia, quizá el desarrollo de los hechos no sea el adecuado o algunas partes no se expliquen con demasiada profundidad y algunas cosas carezcan de sentido. Pero preferí no tocar nada y dejarla como está pues no me tengo los mismos gustos que antaño como he dicho alguna que otra vez. 

BIPOLAR - RubegettaWhere stories live. Discover now