Mientras Duermes; JB

Capítulo 26 (Penúltimo)

-¡Hija! ¡Por favor espera!- gritó -.

-¡Me mentiste!- bote la bolsa y corrí, quiero estar sola-.

-No era mi intención, no quería que sufrieras por el

Pare poco a poco. Me gire a enfrentarla.

-¿Y no pensabas que algún día me iba a enterar?

-Si, si hija. Siempre tenía el miedo de que lo hicieras. Pero no quiero que te afecte, saldremos adelante como siempre lo hemos hecho

-Entonces... El está muerto... -mire el piso- Mi papá esta muerto

Me arrodille en el piso.

Siempre viví con la mentira. Cerré los ojos, la fuerte presión de mi pecho se hacía cada vez más llamativa. Las lágrimas comenzaron a bajar rápidamente.

Este día iba perfecto. No puedo tener un día sin haber sentido dolor.

-Necesito estar sola, mamá

-No, no te dejaré sola, amor

-¡Quiero estar sola! - me pare-.

Camine sin rumbo. Sentí unos pasos detrás y el sonido de una bolsa ser agitada.

-No me sigas, mamá

-Pero...

-¡Ya para! - gire-.

Mamá paro. Estaba parada en medio de la calle.

-Hija, yo igual sufrí. Me dolía el inventar que el estaba trabajando, cuando el estaba sufriendo. Eras tan pequeña y feliz, no quería arruinar tu mayor ilusión de ver a tu padre algún día entrar por la puerta y que seamos una familia normal, los tres juntos

Mamá nunca tuvo el apoyo de nadie. Supo salir de esto sola... Oh, mamá.

-Abrázame... - le dije-.

Mis lágrimas no cesaban.

Mama camino a paso lento donde mi. Las dos llorabamos a mares. Tiro la bolsa en la vereda. Y lo único que después vi... Fue como el cuerpo de mamá era estrellado y arrastrado a más de una cuadra. La sangre se apoderó de la calle.

-Mamá... - susurre-.

Cai al suelo y vi todo negro.

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-¿Mami? ¿Dónde está papi?

-Está en el trabajo, hija, la próxima semana volverá

-¿Para mi cumpleaños, sierto?

-Si, amor

-¡Si! ¿oíste eso, Chipi? - le dijo a su pequeño peluche, al que le faltaba uno de sus ojos de botón- ¡Papá volverá en mi cumpleaños! ¡Al fin lo veré!

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-Mamá, ¿Qué me regalarás para mi cumpleaños? ¡Es mañana! - saltó de emoción -.

Su madre, triste, revisó su cartera. En busca de algún billete para comprarle si quiera un accesorio. Nada.

Suspiro.

-¿Qué te gustaría, hija?

-Hmmm... Quiero a papi. No me regales nada, mami, solo esperemos su llegada, estoy muy emocionada