Capítulo 3

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Luché un tanto con mi mente, entrar o no.

-Pase...- repitió la doctora-.

Suspire y pasé completamente a la sala, sin mirar a Justin, camine a hacia la camilla para tomar el papel rosa.

-Lo siento por interrumpir

-No es nada, linda- sonrio- Oh, las presentó, ________ ella es Hailey, mi hija. También está embarazada -dijo emocionada-.

-¿Embarazada?- pregunté sin creerlo-.

-Claro- abrazo a Hailey, estaba orgullosa de ella-.

-Yo...- mire el piso- Felicidades- mire a Justin, quien no paraba de mirar mi estomago- Espero que sean una buena pareja

Hailey se separó de su madre, camino moviendo sus pequeñas caderas y abrazó a Justin. No le correspondió.

-Gracias, cariño, aunque no hace falta, nos llevamos muy bien- beso la mejilla de Justin- ¿Cierto, Justin?- dijo seductora-.

Me sentí nerviosa. Justin no quita su mirada de mi, bueno, de mi estómago. Al parecer Hailey se dio cuenta, al igual que su madre.

-¡Justin, te estoy hablando!- gruño-.

Justin, finalmente, subió su mirada a mi rostro. Mi corazón se contrajo ante su fría mirada. Sacó las manos de Hailey de su cuello, algo brusco. Lo mire sorprendida. Apretó sus puños y fruncio el ceño, para luego salir de la sala, dando un gran portazo.

Como siempre, escapas de los problemas. No has cambiado nada en estos meses Justin.

-¿Qué le pasó?- preguntó la doctora Williams-.

-Eso también me pregunto- dijo Hailey, mientras me fulminaba fijamente con la mirada-.

-Debo irme, mi novio me está esperando, hasta luego, doctora Williams- camine a la puerta- Un gusto, Hailey- le sonreí-.

Hailey sorprendida y con sus cejas levantadas, asintió. Puede que sea rencorosa, pero solo lo hago con las personas que vale la pena.

Salí de la sala y suspire, eso fue incómodo. Aún sentía la fija mirada de Justin en mi. ¿Porqué no puedo parar de sonreír?.

Observé el papel. En catorce días debo volver.

Llegué donde Chris.

-Demoraste bastante- río- Ya me había asustado

-Lo siento, converse un momento con la doctora- sonreí, no le diría lo que realmente ocurrió-.

-¿Encontraste el papel?- preguntó, para después tomar mi mano y guiarme al auto, fuera del hospital-.

-Si, en catorce días vuelvo

-Es decir, ¿en dos semanas?- preguntó-.

-Oh, es verdad- reí- No me había dado cuenta

Entramos al auto.

-¿Quieres ir a algún lugar, o prefieres ir a casa?- preguntó, dando a marcha el auto-.

-Vayamos a casa, estoy algo cansada

Asintió.

-_______, esta tarde iré a buscar trabajo- me anunció-.

Lo mire sorprendida, esa noticia me tomó de imprevisto.

-No es necesario, Chris

-Si lo es, peque, el cuidar a un bebe es muy caro. Las debo manter

-No quiero ser una mantenida- sobee mi vientre-.

-No lo serás- río- Pero es mi deber el llevar un par de dólares a la casa, seremos padres, ¿no? Hay que comportarse como una familia ya, ahora

Trague saliva. Es un poco precipitado el mencionar que somos una familia. Es muy romántico y tierno, pero yo lo encuentro muy rápido.

No dije nada. Se que las palabras que tengo en mi mente lo lastimarian.

-¿En donde?- pregunté-.

-Por ahora, entregue un currículum de mesero en un lujoso restaurante, debo ir hoy, veré si me aceptan

-¿Cómo se llama el restaurante?- me saque el cinturón al ver cómo ya llegamos a casa-.

-No lose, es un nombre raro, francés- río-.

Asenti riendo con el.

-----3 horas después-----.

-Suerte, amor- bese sus labios-.

-Gracias, peque - abrió la puerta- Te amo- sonrió-.

-Y yo...- respondí-.

Salió de casa.

Suspire. Al fin sola, necesitaba estos momentos, para pensar mejor.

Me senté en el sofá, prendí la televisión y puse un canal de música.

-Quiero helado- hice puchero-.

Me pare, con cuidado. Camine a la nevera, la abrí.

-¡No!- grité- No hay helado...- iba a llorar-.

Consecuencias del embarazo. Eres sensible con todo.

Tomé mi cartera y me fui a la entrada de la sala. Justo al abrir la puerta, alguien me empujó por lo hombros, haciendo que vuelva adentro. Me balance un poco, pero pude mantener el equilibrio y no caer, quede mirando el piso.

-¿De quien es?- escuche esa gruesa voz preguntar, junto a un gruñido-.

-¿Qué haces aquí, Justin?- me enderese, ese empujón me dejo un tanto mareada-.

-¿De quien es?- volvió a preguntar-.

Se qué se refiere al bebe.

-Es de Chris, Justin- mentí-.

Comenzó a mirar toda la casa en sí. Con una ligera expresión de asco.

-¿Crees que el té podrá mantener con esto?- río sarcastico-.

No desates mi furia, Justin.

-Quizá Chris no tenga mucho dinero, pero al menos no anda de caliente- gruñi-.

-Mira quién lo dice- sonrió falsamente-.

Rodé los ojos.

-Así que, la cosa que llevas hay dentro es de ese put*- hizo una mueca de desagrado-.

No, es tuyo.

-Si, ¿algún problema?- me crucé de brazos-.

-Para nada- río, alzando sus brazos-.

Suspire.

-En fin, ¿qué quieres?- pregunté, ya fastidiada-.

Ignoradome. Caminó hasta la mesa, sacó algo de su bolsillo izquierdo y lo dejó sobre esta.

-¿Esto te responde algo?

Me acerqué a la mesa. ¿Qué es esto?. Son balas.

No comprendo nada. Es más, que esta haciendo Justin con balas en su bolsillo.

-¿Para que son estas balas?- levante una ceja-.

-Te creí más inteligente, _______

Quede observando un momento las balas, tratando de darme una idea.

-No se que es lo que quieres, Justin

Río.

-Hagamos un trato, _______

-¿Trató, de qué estas hablando?

-Te propongo un trato, de trabajo- sonrió de lado-.

-¿Qué clase de trabajo?

-Es tu hijo o el trabajo- pregunto, ignorando mi pregunta anterior-.

Me sorprendi. ¿Se volvió enfermo o qué?

-¿Qué pasa si elijo a mi hijo?- me atreví a preguntar-.

Se acercó a mi con paso lento. Al igual que el, camine hacia atrás, pero choque con una pequeña mesa de té.

-Haré todo lo posible para quitartelo y posiblemente matarlo, _______...- me susurró, escuchaba un distante tono de rencor-.

Mientras Duermes; JBWhere stories live. Discover now