La carta de Hogwarts

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Al fin, esa mañana de domingo, traída por la bellísima lechuza de mi tía, Cissy, había llegado mi carta de Hogwarts. Y no solo a mí, sino también a mi primo, Draco. El y yo no solo nos considerábamos familiares, sino mejores amigos. Esto siempre había sido así, pues desde que mi madre estaba en Azkaban, yo vivía en la mansión Malfoy con el y mis tíos. Mi tía era bastante sería, pero cuando la conocías bien, te dabas cuenta que era alguien muy amable y dulce. O al menos con nosotros lo era. Mi tío, en cambio, era un poco más... Reservado. No reía mucho, y era muy duro con Draco. Siempre esperaba lo mejor de el, y lo criticaba bastante. Esto me molestaba, pero si algo me había enseñado mi madre en los años que estuve con ella, era que tenias que saber cuándo quedarte callado. Escuchar sin escuchar. Ver sin ver. Y no decir una palabra fuera de lugar. Nunca.
- ¡Al fin iremos a Hogwarts!- le dije, más bien grite, a Draco mientras lo abrazaba.
- Aha...- me contestó este, no muy emocionado.
-¿Porque no estás feliz?- le pregunte yo.
- Es que... En Hogwarts no es como aquí... Allá hay muchos... Sangre impura- me dijo el.
- ¡No lo dices enserio!- le dije, asustada. Mama y mis tíos me habían hablado mucho de los sangre impura. Ellos eran gente monstruosa, que no merecía el nombre de magos. Eran despistados, y eso que los dejaban trabajar en el Ministerio de la Magia. Eran inferiores. Nunca me había encontrado con uno y no pensaba hacerlo ahora.
- Tranquila- me tranquilizo Draco, dedicándome una sonrisa- nos protegeremos el uno al otro. Como siempre.
Le devolví la sonrisa, aunque aún estaba asustada.
- Clare que si. Como siempre. ¿Pero cómo deberíamos tratarlos? Es decir... Nunca vimos ninguno.
- Supongo que mamá y papá se encontrarán con alguno cuando vallamos a la estación 9 3/4. Podemos ver qué hacen, y seguirlos.
- Me parece bien.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Al fin en la estación. Draco y yo, asustados y ansiosos, nos tomamos de la mano. Frente a nosotros, ambos nos dimos cuenta de cómo los demás magos, especialmente los que sabíamos por nuestra tía eran sangre impura, se asustaban del tío Lucian. Lo esquivaban, y parecían asustados. Hasta algunos se veían así frente a la tía Cissy. ¿Cómo alguien podría estar asustada de una persona tan dulce y buena como ella? Pero así era. La gente se veía incomoda cuando se acercaba, y no intercambio palabra con nadie. De repente, alguien choca con nosotros, un chico alto, pelirrojo, que parecía de quinto o sexto año.
- Baya, baya- dijo el tío Lucian.- Un Weasley. ¿Qué le pasó a tu padre en el trabajo, Percy? Porque hace mucho que está en el mismo puesto...
- Eso a usted no le incumbe, Malfoy.- le respondió el tal Percy. ¿Cómo podía hablarle así a un adulto? Nunca podría haberlo hecho. ¡Seguro sería un sangre impura! Pero cuando se alejó, el tío me explico:
- Así son los Weasley, Key. Son una decepción para los sangre pura. No se familiaricen con ellos, niños. Son humildes y estupidos.
- Por Supuesto- le aseguramos ambos.
- Niños, ya es hora que suban al tren- nos dijo la tía Cissy, antes de abrazarnos a ambos.- prométanme que se cuidarán y harán lo correcto, ¿entendido?
- Como siempre- le respondí yo con una sonrisa.
Corrimos al tren, y allí partimos, rumbo a Hogwarts, mientras ambos charlábamos con nuestros amigos, Crabbe y Goyle, que conocíamos por sus padres.
- ¿A qué casa quieren ir? - nos pregunta Crabbe a Draco y a mí.
- Yo daría todo por estar en Slytherin- dice Draco.- es la única casa que tiene pocos sangre impura. Además, es una tradición de la familia. Todos los Black, y los Malfoy, van a esa casa. Y tus padres también fueron a esa casa, Kay.- me dijo mirándome.
- Pues entonces deberé ir allí- y de verdad quería ir. ¿Pocos sangre impura? Perfecto. Y estaba segura que si mi madre se enteraba que estaba en la misma casa que ella, estaría orgullosa.
- Y... La tía Andromeda... ¿Ella también estaba en Slytherin?- le pregunte a mi primo.
- Ella...Si... Pero era débil... No merecía estar en esa casa... - me contestó el. Nunca hablábamos de la tía Andromeda, ni de nuestra prima, Nyphandora Tonks. Andromeda había traicionado a su familia, y todo lo que significaba. Se había casado con un sangre impura, y abandonado a los Black. Nunca la vi. Pero mejor así. Porque no sabría si golpearla o gritar.
- Chicos...- nos dijo Goyle- creo que llegamos.

Kiera Lestrange #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora