2 años despues.

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El plan, por supuesto, había sido un éxito. No solo logramos sacar a los mortífagos, si no que ahora teníamos el control de los dementores, y con ayuda del encantamiento Imperius, logramos dominar a todos los trabajadores del Ministerio De La Magia.
Yo, por mi parte, había recobrado el cariño y la confianza de mis padres, además de la de Draco y la de mis tíos. Me habían sacado de Hogwarts, y ahora vivía nuevamente en la mansión Malfoy.
En esos dos años, jamás había vuelto a ver a Nyphandora ni a nadie de la orden del fénix. Tampoco había vuelto a ver a la sangre sucia de Granger, quien como se habrán dado cuenta no es considerada una amiga, ni jamás lo fue. Solo estaba... Confundida, y sola. Pero ella no era mi amiga, de eso puedo estar segura. No podía ser amiga mía.
En la mañana de ese día, un hombre lobo, leal a el Señor Tenebroso, había ido a un bosque en busca de Hermione, Ronald y, sobre todo, Harry Potter. Ellos viajaban por el mundo, buscando algo, aunque todavía no sabíamos que. O quizás, simplemente se escondían.
Al fin, el hombre lobo toco el timbre de la mansión. Tía Cissy dijo que iba a abrir la puerta, así que esperamos a que volviera junto con los invitados. Y cuando entro nuevamente en el salón, casi me desmayo. Porque allí, frente a mi, tenía a quienes habían sido, al menos un tiempo, mis amigos. No, no amigos. Conocidos.
Harry me miró fijamente, pero yo no lo mire con tanta dulzura. Al igual que mi madre, le transmití a él y a Hermione todo mi odio. Y Ronald, tomando la mano de la sangre impura, miraba fijamente a su hermana menor, sentada junto a mí.
- ¿Ginny?- preguntó.- ¿Qué te hicieron?
- ¡Cállate, traidor!- le gritó Ginny.- ¡ellos no me hicieron nada malo! ¡No como nuestros padres! ¡Ellos me cegaban! ¡Pero esta es mi familia! ¡Ellos me abrieron los ojos!
- ¿abrirte los ojos?, ¡te lavaron el cerebro!- le espetó Weasley.
- ¡CÁLLATE, Y DEJA TRANQUILA A GINERVA!- lo calle yo.
- Gracias, Kiera, querida. Necesitaba un poco de tranquilidad- me dijo tío Lucius.- bien, primero lo primero. ¿Están seguros que estos son los tres que buscamos?
- Eso es lo que pienso- dijo el hombre lobo- el de anteojos tiene la cicatriz que buscaba su jefe.
- Pero podría ser un impostor.- dijo Draco- ¿qué tal si les echas un vistazo, Ginny?
- ¡No pienso acercarme a ese traidor! ¡Y menos a la sangre impura!- gritó, dirigiéndose a Hermione.
- Bien, entendido, no quieres nada con ellos. ¿Qué tal tu, Key?- me preguntó mi madre.
- ¿Y- Yo?- esto no podía estar pasando. No podía ni ver a Harry, y ahora tenía que sentenciarlo a muerte. Genial.
- Si, tú querida. Tenías una gran relación con ellos, especialmente con Potter. ¿Son ellos?
- Bueno...- dije acercándome.- hace ya mucho que no los veo... No podría estar muy segura...
- ¡¿son ellos o no?!- me grito Lucius.
Me acerqué a los tres. Ronald me fulminaba con la mirada, Hermione ni quería mirarme, mientras lágrimas caían de sus ojos. Recordé como me había ayudado a vestirme y arreglarme para el baile. Pero Harry si me miraba, me miraba fijamente. Y yo veía la tristeza en sus ojos, y recordé todos los momentos que pasamos juntos. La fe que él tenía en mi, lo mucho que quizo ayudarme. Claro que era el.
- No- dije por fin.- No son ellos.
- ¿Estás segura, mi niña? Porque se parecen mucho...- comenzó tía Cissy.
- Si, tía. Estoy segura. No son ellos.
- Bien, entonces, hemos fallado de nuevo. Perfecto. No podemos llamar a el Señor Tenebroso. Nos va a matar.
- Déjenlos en el sótano. Que se pudran con Ollivander y la chica Lovegood.
Entonces, Colagusano los tomo y los dirigió al sótano.
- ¡Espera!- gritó mi madre.- déjame a la sangre sucia. Tengo unas preguntas para ella. Para que hable con Key. De mujer a mujer.
Colagusano tomó a Hermione y la acercó a mí.
- ¡Hermione!- gritó Ron- ¡déjenla en paz!
- ¡SILENCIO!- gritó tía Cissy. Se llevaron a Harry y a Ron abajo, y yo me acerqué a mi madre.
- ¿Qué tengo que preguntarle?
Mi madre me mostró una espada.
- Esta es la espada de Gryffindor. Se supone que estaba escondida. Ellos la han robado, sean quien sean.
- ¿Entonces tengo que preguntarle de dónde la sacaron?
Mama sonrío.
- Exacto.
Me acerqué a Hermione, varita en mano.
- Bien, entonces dime... ¿Dónde conseguiste la espada? ¿De dónde la robaste?
- N- Nosotros no la robamos... - empezó ella.
- NO MIENTAS.
- Por favor, Kiera, no me hagas esto.... Éramos amigas... Yo te quería, te sigo queriendo... Por favor, eres mejor que esto...
- NO SE DE QUE HABLAS. NO SOY TU AMIGA, NI JAMÁS LO SERÍA. NO DE UNA SANGRE IMPURA.- grite con toda mi furia.
Entonces le aplique el encantamiento Cruciatus. Vi como Hermione se retorcía, y sentí lastima por ella, pero no podía traicionar a mi familia, así que seguí.
Pero de repente, Harry y Ron subieron del sótano, con la varita de Colagusano.
- ¿Qué hacen ustedes aquí?- dije confusa, dejando en paz a Hermione. Ella corrió con ellos.
- Nos vamos.- dijo Weasley.
Y entonces , sobre nosotros, el candelabro callo. Fuimos lo suficientemente rápidos para corrernos, pero vimos quien apareció después.
- ¡Dobby! ¡Ven que en este momento, elfo asqueroso! ¡Vuelve con tus amos!- gritó Bellatrix.
- Dobby no tiene amo. Dobby es un elfo libre.
Y en ese momento, Harry, Ron, Hermione, Luna y Ollivander desaparecieron. Pero no sin que antes mi madre tirara su cuchillo, que se fue con ellos.
- Con suerte le atraviesa el corazón a alguien- dijo mama.
- Ojalá- dijimos todos al unísono.

Kiera Lestrange #Wattys2016Where stories live. Discover now