La sellecion.

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Hogwarts me parecía impresionante. Era grande y majestuoso, más aún con el lago.
-¿No te parece asombroso?- le preguntó a Draco emocionada.
- No es gran cosa...- me responde.
-¿Pero qué dices? ¡Es el lugar más hermoso en el que hemos estado!
- No deberías pensar esas cosas...
-¿porque no?
- Recuerda, que admiten sangre impura aquí. No puedes tenerle respeto a un lugar así. Ellos deberían ir a una escuela deferente, donde les enseñen lo básico. No aquí. En este lugar, solo tendríamos que estar nosotros.
Cuando volví a mirar la escuela, no me pareció tan hermosa como antes. ¿Sangre impura, estudiando nuestras materias, mientras que tendríamos que tener mejor educación que ellos, por ser hijos de magos, por ser superiores? ¡Qué horror!
- Que asco- le digo a Draco.
- Si. Horrendo. Pero no te preocupes. ¿Recuerdas el plan? Les haremos entender quiénes son. Y nos protegeremos de ellos. Juntos.
- Por supuesto.
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Ya en el salón, me sentía asustada. Y no solo por el hecho de que estaba apunto de ser escogida para una casa. Sino que sabía que alrededor nuestro, habían miles de sangre impura.
- ¡Potter, Harry!- llamo la profesora McGonagall. Draco me había dicho que era la representante de Gryffindor. Ya sé quién no será mi maestra favorita.
- Ah, Potter- exclamó Draco- espero que valla a Slytherin, con nosotros.
- ¡Claro! Sería genial tener un mago tan conocido y poderoso en nuestra futura casa.- mi tío me había hablado del tal Harry Potter. Decía que había sobrevivido al mejor y más grande de todos los magos, el Señor Tenebroso, lo había llamado. Pero luego aclaró que seguramente, había habido un fallo en la carita de este, y por eso no pudo derrotar al bebé.
-¡ GRYFFINDOR!- gritó el sombrero sobre la cabeza de Harry Potter.
- Ya me parecía muy tonto para Slytherin.- me dijo Draco.
- ¡Malfoy, Draco!- llamo la profesora.
- Buena surte- le susurré a Draco. El me dedico una sonrisa y se dirigió al asiento. Se puso el sombrero seleccionador, y al poco tiempo escuche:
- ¡SLYTHERIN!- ¡qué felicidad! Sabía que Draco era lo suficientemente inteligente y poderoso para estar en la mejor de las casas.
-¡ Felicidades!- le dije abrazándolo cuando se acercó para dirigirse a la mesa de su nueva casa.- ¡Sabía que lo lograrías!
- Espero que estés conmigo- me dijo el- sino, será muy aburrido.
- ¡Lestrange, Kiera!
Subí, mirando las caras de mis compañeros. Me di cuenta que los mayores estaban incómodos al escuchar mi nombre. ¿Tendré un nombre tan horrible? ¿O será mi apellido? Especialmente, vi como un niño se encogía en su lugar, en la mesa de Gryffindor. Longbottom, creo que era su apellido.
- Tienes una mente digna de Slytherin...- me decía en ese momento el sombrero seleccionador- igual que tú madre y tu tía. Te iría bien allí, con tu primo Malfoy.- ¡Slytherin! ¡Qué emoción!- pero...- ¿pero... Que?- no sé si tu corazón sea exactamente el de un Slytherin. - ¿queeeeee?- así que mi decisión  es difícil. ¿Dejar que sigas tu mente, o que te aventures por tu corazón? Mi decisión es fácil, entonces: ¡GRYFFINDOR!
Esto no podía estar pasando. ¡No podía ir a la casa llena de sangres impura! Pero baje y me encaminé a la mesa de Gryffindor. Mire a mi primo encima de mi hombro. Me miran con cara de desagrado, y luego, desvío la vista.
- Puedes sentarte a mi lado- dijo una voz, sacándome de mi vista de Draco- si quieres.
Era un chico de cabello azabache y ojos verdes botella. Harry Potter. El famoso y único Harry Potter.
- S-Si.... Claro.- dije sentándome a su lado. El me dedico una sonrisa, más dulce y sincera que cualquiera que Draco me halla mostrado. Pero no le agradecí. No es lo que los Lestrange hacen. Solo lo mire, y luego volví a mi primo.
- Parece que fuera amigo tuyo- dejó Harry.
- Si- le conteste- es mi primo, en realidad. Y mi mejor amigo.
- Pero está en Slytherin.
- Lo sé. Quisiera estar ahí también.
- ¿Porque querrías estar ahí?- me preguntó Harry confundido.
- ¡Es la mejor casa! Además, está libre de sangre impura.
- ¿Y eso te importa?
- Claro. Ellos son inferiores. No merecen estar aquí.
- ¿Y quién te dijo eso?
- Mis tíos. Y mi madre.
- No creo que tenga importancia. Es decir, no importa cómo seas por fuera. Nada importa tanto como lo que tienes en el corazón. Ser una buena persona, ser valiente, inteligente y leal es lo que importa. No digo que Slytherin sea una mala casa. Pero no deberías juzgar a la gente por eso.
- Lo... Lo tendré en cuenta- fue lo único que pude decir.

Kiera Lestrange #Wattys2016Where stories live. Discover now