22 de agosto del 2014

4.9K 430 28
                                    

Estoy muerto de cansancio, Isa. La semana en el trabajo fue un poco dura, pero nada que no pueda soportar. Supongo que es lo que sucede cuando amas lo que haces. Además, me gusta llegar a casa y caer dormido en cuestión de minutos. Me ayuda a no pensar en nada más. No es que no me guste recordarte, es que se me hace difícil hacerlo en esta soledad.

He empezado a olvidar detalles sobre ti, Isa, ¿era en el brazo izquierdo o en el derecho donde tenías aquel lunar que tanto odiabas?

Me aterroriza la idea de olvidar tu rostro o el color exacto de tus ojos. Por fortuna, estamos en el siglo XXI, y siempre estarán las fotos. Pero no puedo dejar de preguntarme qué sucede con mi memoria, ¿cómo es que tengo que recurrir a un trozo de papel para recordar en cuál de tus mejillas se marcaba el hoyuelo que me volvía loco? Aunque creo que lo verdaderamente decepcionante es que no existe nada que me ayude a recordar el sonido de tu risa, o el tono exacto de tu voz. ¿Nunca se te ocurrió grabarte?

Isa, aún cuando todos esos detalles se pierdan en mi memoria, hay algo que jamás olvidaré: el amor que sentía, siento y sentiré cada día de mi vida por ti. No habrá nada ni nadie que borre la huella que dejaste en mí.

Amándote como el primer día,
Carter.

Promesas (Déjame amarte #2) ©Where stories live. Discover now