Capítulo No. 3

24 1 0
                                    

Narra Lía:

-Ya despiértate, no seas floja hija- sentí unos bruscos movimientos en mi cuerpo, la luz del cuarto estaba encendida pero lo único que podía captar era un profundo color negro, talle mis ojos y volví a abrirlos, esta vez pude ver con más claridad.

¿Cómo es qué llegue a casa, a mi habitación?, si no recuerdo haber subido las escaleras, mas bien no recuerdo nada, solamente a esa chica en un sueño.

-Mamá, ¿quién me trajo ayer?- dije mientras ella acomodaba mi ropa en el closet.

-Un amigo tuyo, dijo que te quedaste dormida en la clase- caminó hacia la cama -Así que no quise despertarte- toca mi frente con su mano derecha -¿Todo esta bien Lía?

-¿Qué amigo?-no respondí a su pregunta, pues en realidad nada concuerda, no tengo amigos varones, sólo compañeros y ninguno sería tan amable para traerme a casa si eso hubiera pasado.

-No me dijo su nombre, sólo se que traía puesta una sudadera blanca que tapaba gran parte de su rostro- al terminar de decirlo acarició mi cabeza y se marchó cerrando la puerta tras de si.

¿De que amigo hablaba?

Bueno creo que es mejor dejarlo así, no deseo preocuparla más de lo que debo.

Me puse de pie, fui hacia la mesa de centro y tome el celular, rápidamente me lance en la cama boca abajo, entre al navegador del teléfono y sin pensarlo dos veces escribo mi palabra favorita "creepypastas".

No suelo ser como las otras chicas que ingresan a youtube sólo para buscar tutoriales de maquillaje, ni tampoco la típica niña estudiosa que se lleva gran parte de su día leyendo libros, no voy a negar que me fascina leer, pero sólo me gusta hacerlo si la historia trata de eventos paranormales, leyendas urbanas o mejor aun de algún personaje de creepypasta.

Desde niña recuerdo que viví rodeada de personas que me consideraron extraña, cada vez que salía podía observar alguna manifestación, y por eso todos o al menos la mayoría me juzgaban por loca, ciertamente no los culpo porque esa es la naturaleza del ser humano, temerle a lo desconocido, aunque para mi sea algo normal para ellos no lo es.

Cada fin de semana hago esto, escuchar todo el día historias nuevas que ingeniosos escritores han creado, cada vez existen más en mi repertorio, pero esta ocasión sin importar cuanto buscara no lograba encontrar algo interesante o por lo menos que llamara mi atención.

Después de miles de intentos fallidos apareció el creepypasta de Jeff the killer, Ticcy-Toby, abajo de estos dos esta uno en particular, "Zero" es el nombre, la imagen no puede verse con claridad así que decido echarle un vistazo. Cuando terminó la narración voltee la pantalla del celular para poder conocer la apariencia del personaje, pues la historia de este me encanto.

-Es ella- solté el celular de repente y corrí hacia el balcón-¿Cómo pude soñarla si ni siquiera la conocía?-

Zero, ¿qué es lo que realmente eres?

¿podrá ser que de verdad existas?

No, no lo creo, sólo eres un simple personaje ficticio.

<<..........>>

La noche no tardo en aparecer, por lo tanto me dirigí nuevamente a la habitación, no entable relación alguna con mis hermanas pues sólo las mire cuando baje a comer, estando con la pijama puesta que es un simple short y blusa de resaque ambos color negro, volví a dejarme caer en la cama.

Narra Jeff:

No se en que estaba pensando cuando acepté llevar a Lía con Slenderman, es un trabajo mucho más agotador de lo que imagine, si fuera por mi ya la hubiese asesinado, o por lo menos secuestrarla, pero como a él idiota de Toby se le antojo joderme la vida tengo que cuidar de ella. 

-Go to sleep, Lía- suelto la botella de vino que tenía entre mis manos y trepo por los muros de la casa hasta llegar a la ventana de su recamara, no se con exactitud cuanto tiempo estuve ahí parado pero después de un rato decidí entrar.

Su respiración es calmada e inspira tranquilidad, se encuentra tapada de pies a cabeza debido a que tenía encendido el aire acondicionado, me senté en la esquina de su cuarto donde la única luz que iluminaba era la de la luna, sólo estaba allí mirandola fijamente, es difícil describir las emociones que siento, bien podría ser coraje por su presencia o felicidad porque se que sera tan infeliz como yo en estos momentos.

Lía comenzó a retorcerse, dando pequeños gemidos, su respiración cambia dramáticamente a un modo mucho más acelerado, el sudor no tarda en aparecer en su frente y brazos, todo se debe a que sabe que la están mirando esa es una reacción que suele tener el cuerpo para avisar que esta corriendo peligro. Sus ojos se abren de golpe, ahora en lugar de respirar con la nariz lo hace con la boca, mira a todos lados buscando alguna señal pero no encuentra nada, su vista se posa en el rincón en donde me encuentro, sin importar cuanto se esfuerce no podrá verme porque necesita una luz para hacerlo.

Mira sin ojos Lía, sólo así me encontraras. 

Al darse por vencida recurre a otra opción, con sus manos busca entre las sabanas algún objeto, se pone de pie y vuelve a buscar ahora encontrando lo deseado que es su teléfono, al tenerlo enciende la lampara que este contiene y alumbra a todos lados, fueron pocos los segundos que se distrajo pero sólo eso me basto para salir por la ventana. Desde abajo veo como se enciende la luz de su recamará.

-Creo que alguien no dormirá esta noche- me coloco el gorro y sigo caminando hasta cruzar la calle, saco un cigarro del bolsillo y busco los cerillos en las bolsas traseras.

-¿Buscas esto?- mostró un encendedor.

-No en realidad, pero me sirve- lo arrebato de su mano, enciendo el cigarro y escapa de mi boca el humo -Toma- se lo devuelvo.

-¿Desde cuándo fumas Jeff?- salió detrás del poste de luz -Nunca te vi hacerlo, hasta ahora- 

-Desde el momento en que puse un pie en este asqueroso pueblo, Alice- observe fijamente el humo que poco a poco se esparcía por toda la calle -Ni siquiera deberías de estar aquí, no es seguro-

-Eso significa que aún te importo- me miró, aparté la vista hacia el frente -Tal como tú a mi- 

-No te confundas, el amor es un sentimiento que te hace débil, y eso no va conmigo- antes de poder darle una explicación más detallada una patrulla de policía se paro frente a nosotros.

Una nueva víctima a mi lista, espere tanto por esto.

-Hijo, lo siento pero tendrás que acompañarme, esta estrictamente prohibido fumar en áreas publicas- dijo el rechoncho policía dentro del auto, sus palabras no significaron nada, me fascina ver la cara de molestia en las personas por esa razón procuro jugar un rato con ellos antes de asesinarlos, volví a colocar el cigarro entre mis dientes -Parece que quieres que sea del modo difícil, bien entonces así será- abre la puerta y se baja lentamente.

Giré sobre mis talones en cuanto rebasó mi posición, mientras sacaba con un rápido movimiento el cuchillo que escondía bajo la sudadera. Me acerqué al maldito ser humano despreciable que me había dicho que hacer. No había nadie en aquella calle, solamente Alice y yo. Creo que intentó girarse cuando sintió el filo sobre su cuello. Él mismo se degolló, intentó gritar pero el tajo era tan profundo que las cuerdas vocales habían sido seccionadas.Esto me hizo sentir bien, con cada gesto se le iba más la vida. Vi la palidez en su rostro, la muerte, el hedor de la muerte. Conseguí saciar mi anhelo más deseado desde que llegue aquí. Le dejé allí tumbado, muriendo y continué.

-¿Ahora quien es el que no podrá fumar jamás?- tire el cigarro encima de lo que alguna vez fue un policía.


He Is Mine (Jeff and You)  (Creepypastas) Where stories live. Discover now