He Is Mine (Jeff and You) (Creepypastas)

Capítulo No. 5

Narra Jeff:

El tiempo pasa rápido, desde la noche anterior decidí mantenerme entre las sombras para pasar desapercibido, cada minuto que transcurre la calle se vacía de la poca gente que había. Sigo oculto, sumido en mis pensamientos.No puedo quitar aquella escena de mi cabeza "la muerte me llama". Siento cada vez más rabia contenida dentro de mí, espero el momento que explote.

Deseo que toda mi ira salga cuando este frente a algún maldito

Sé que puedo liberarme por fin de esta carga y continuar con mi vida

Pero ya estoy en esto y tengo que terminar lo que empece.

Ya no queda nadie por las calles, miro mi reloj, son casi las doce, todos duerme por completo. Quizá me he equivocado, Lía no sería tan tonta como para  salir después de lo que paso. Decido tomar el camino más largo que me llevara hasta su casa, iré despacio, no me preocupa llegar tarde. Camino lentamente, un paso, otro paso, mis pies marcan el ritmo lento de mi respiración. 

Paso por un parque solitario, la misma sensación vuelve a mí, entro para asegurarme de que todo este bien y sea solo una alucinación. Un grito de ayuda me apresura a entrar, es Lía, esta siendo besada y acariciada a la fuerza por un hombre que lleva una chaqueta. 

-¡Suéltala!- grito, inmediatamente saco el cuchillo que todavía tiene restos de sangre, el tipo se pone de pie con puños cerrados -Vete- hice una seña pero Lía no reacciono -¡Que te largues dije!- asintió.

-Tú no vas a ningún lado- lo sostuvo de un brazo.

 -Eso sólo lo decido yo- lance el cuchillo para que la soltara, comenzó a arrastrarse pues al intentar huir tropezó en la rama de un árbol.

Pero que idiota eres Lía.

Comienzo a respirar más rápido, No puedo evitar que mi corazón comience a latir con más fuerza. Estoy casi a su altura, Se dirige directo hacia mí, le veo sacar algo del bolsillo, creo que es un objeto metálico, aunque no puedo distinguirlo con claridad. No pienso nada más, me lanzo sobre él y golpeo su cara con mi puño. Oigo un pequeño alarido saliendo de su garganta, ambos caemos al suelo. Golpeo su cara sin parar, una y otra vez, no me detengo. Golpeo. Golpeo.Agarro su cabeza y la estrello contra el suelo. Repito varias veces este movimiento.Un charco de sangre comienza a salir de su cráneo, no oigo ningún gemido ni queja, entonces me detengo y lo miro. Al lado de él se encuentra un celular que si la memoria no me falla es de Lía, tomé algunas fotografías, luego me marche de aquel lugar.

  Mientras me alejo siento un dolor agudo en la pierna izquierda. Una sombra se desvanece, todo ocurre rápido. A lo lejos veo una figura correr a mi lado, intento seguir pero me derrumbo. Miro mi pierna, sangra. Tengo un corte profundo en el lateral del muslo, casi no puedo andar. 

-Menos mal que vine- me levanto, apoyado en su hombro, noto la sangre resbalando por mi pierna -Ya casi llegamos- lo miro.

-¿Qué haces aquí?- no dice ni media palabra, me sienta en una piedra, lo primero que hago es ver la herida, es perfecta, por suerte no cortó ninguna parte vital, Eyeless aplica desinfectante y un fuerte vendaje sobre la herida.

Me dolerá varios días, pero no me puedo permitir acudir a un hospital, no ahora mismo y él lo sabe. 

-En que carajos te metiste ahora- alzo su mascara, sonreí sinicamente -Jeff, sabes que no puedes andar por ahí exponiéndote a ti y a nosotros-

-Por esta ocasión si puedo hacerlo- me pare con dificultad -Y lo seguiré haciendo todas las veces que sea necesario- me miro confundido, volvió a ponerse la mascara y soltó una gran carcajada.

-Sólo procura no dañar los órganos de tus victimas- se para y comienza a caminar -Disfruto comérmelos- reí, cada paso que daba lo alejaba más de mi, suspire irritado pues estaba aun más lejos de la casa de Lía. Camine, seguí caminando hasta que por fin llegue.

Solo en tu diminuto cerebro de adolescente existe la idea de salir casi a media noche por las calles solitarias, si sabes que hay un asesino suelto.

Trate de trepar pero debido al gran esfuerzo que hice en la pierna caí, volví a sangrar.

-¡Mierda!- golpe el césped, Lía sale de su cuarto con los ojos irritados, rojos, llenos de lágrimas, voltea hacia donde estoy, nuestras miradas se conectan, es ahí donde ella nota algo extraño, la falta de mis parpados.

-¿Jeffrey?- dice incrédula, el gorro cae dejando al descubierto toda mi cara. Mierda y mil veces mierda -No, no- retrocede, clavo el cuchillo en la tierra, volvemos a mirarnos -¡Mamá, mamá!- grita despavorida, lentamente me incorporo, desentierro el cuchillo soltando risitas -¡Mamá! ¡él lo mato!- corre sin rumbo, me escondo detrás de un árbol.

-¿Dónde esta?- se escucha una voz femenina, probablemente la de su madre.

-Estaba ahí, yo lo mire, es Jeff the killer- pensándolo bien suena como toda una loca, el simple echo de escucharla hablar como una enferma mental da lastima.

-Ya basta Lía, todo esta en tu mente me oyes, en tu mente- suena la puerta cerrarse.

Pobre Lía, espero que no la estés pasando  nada bien.