Capítulo 5

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Volví a sentir la ira que pensé que nunca volvería a experimentar, otra vez yo no le era suficiente. No podría mirarle a los ojos cuando volviera a nuestra casa. Él si que ya no tenía perdón pero, ¿cómo lo iba a acusar? Se suponía que yo no podía saberlo, se suponía que yo nunca había vuelto a hablar con Michael después de lo ocurrido. ¡No podía gritarle a Luke lo que me había hecho! Me sentía impotente, débil, fragil e indefensa; ya solo me tocaba tragarme todo lo que quisiera Luke que sufriera.

Me levanté del suelo, estaba frío y mojado por mis lágrimas en la parte de la cocina en la que yo había estado tirada.

Tuve ganas de echarle veneno a Luke en sus M&M'S o en cualquiera de sus chucherías favoritas para dejarlo inestable por un tiempo y así no causarme mal sabores de boca. Porque quien había sufrido más en nuestra relación siempre había sido yo, la misma tonta de siempre, yo, por quererle y perdonarle todo lo que hacía mal.

Luke Hemmings no tardaría mucho en llegar a casa para pasar de mi puta cara, perdón por la expresión pero eso era lo que él exactamente hacía. Sentarse en el sofá con el portátil en el regazo y revisar informes mientras ponía en el equipo de música un disco de Artic Monkeys llamado AM. Se sentaba ahí para hacer sufrir, para ver como yo era incapaz de reaccionar ante su total ignorancia haca mí.

Pasé mis manos por mis mejillas para secarme las lágrimas, no había parado de llorar desde que Michael se fue de mi casa. Ahora veía como él se parecía a Luke, aparte de en la gilipollez, también en su gran arrogancia al restregarme cosas como esas. ¡Ni que yo hubiera tenido la culpa de acabar con Luke!

Y luke...

Y Luke...

Y siempre era Luke en lo único en lo que pensaba, siempre él era la razón por la que mi cabeza funcionaba. Aquel chico se había convertido en todo por lo que yo tenía que vivir, ¿tan enamorada estaba? Ese sentimiento parecía homicida, era una causa por la que morir, no merecía la pena enamorarse cuando tocaba sufrir tanto y menos por alguien que parecía dejar de sentir lo que yo notaba en el pecho con cada minuto que pasaba. Él era frío y distante con la gente que según él no merecía su respeto ni el de nadie, él había matado a más personas de las que yo podía imaginar. Luke era cruel, sanguinario, en un pasado lejano hubiera tenido un negocio de asesinos a sueldo, estaba más que segura.

(...)

Ni le pregunté qué quería de comer, preferí ahorrarme las palabras. Empecé a pelar unas patatas para hacer tortilla, no debía hacerle eso a Luke y más cuando era su comida favorita, no se lo merecía. Estaba sentado en un taburete con un ipad en la mano, veía algo con los auriculares puestos. ¿No quería que lo oyese? ¿No quería que le molestara con los ruidos de la cocina? ¿Se quería hacer el interesante o hacerme sufrir más?

Miré la hoja del cuchillo mientras partía una patata. ¿Y si me cortaba y Luke al fin me prestaba atención?

Y al instante, adrede o sin darme cuenta me corté sin pensarlo bien. Mi mano empezó a sangrar, el corte había sido mucho más profundo de lo que yo hubiese querido. Se me escapó un breve gritito, dolía una barbaridad. Luke levantó la mirada y vio mi mano, para mi sorpresa se quitó los auriculares y vino hacia mí dejando lo que estaba haciendo.

-Idiota -me dijo-. No sabes ni pelar una patata... La arteria radial... -susurró.

La había cagado, ¿por qué yo teniendo tantos conocimientos me había cortado justamente ahí? Me asusté.

Luke abrió un cajón para sacar un trapo blanco.

No paraba de brotar sangre del corte, me empecé a poner blanca, me iba a desmayar. Había llamado su atención de la peor manera posible, hiriéndome a mí misma.

Sexta Fase *Segunda temporada de Sexto Sentido  ~Luke Hemmings~*Where stories live. Discover now