Siempre y por siempre juntos

Nuevo Destino

No ha pasado ni un cuarto de hora y el viento se empieza a hacer presente. Las nubes no tardan en llegar y remar se hace cada vez más pesado. Luego de unos instantes comienza a llover torrencialmente. El viento aumenta tanto, que si sigo remando gastaría fuerzas innecesarias, así que dejo los remos a un lado. Veo que Maggie toma una chaqueta y se la pone sobre su cabeza, para no mojarse. Todo este maldito temporal ha generado grandes olas. El viento ha amainado un poco. Miro a mis alrededores y lo único que veo es neblina. De pronto, me empiezo a dar cuenta de que el viento aún no termina, estamos dentro de él. Rápidamente, cojo los remos, los hundo en el agua, y ferozmente se quiebran en mil pedazos; estamos en una corriente de agua, sin remos, que desgraciadamente nos lleva a Kascar. Casi instintivamente intercambio miradas con Maggie, quien luego de un momento dice:
–Genial Adam, nos metiste en una maldita tormenta que nos lleva a otra maldita isla, sin agua, ni nada que comer. Gracias por este maldito día–dice con un toque egocéntrico en su voz, que me irrita.
–Mira Maggie, –voy diciendo sin tener control sobre mis palabras– tómalo con calma, ¿Quieres dejar de pensar en ti solo un maldito momento?–le digo casi gritando. Noto su rabia, pero continúo–. ¡Cierra tu maldito pico!, tengo muchas cosas en las que pensar, ¿O es que acaso deseas morir?–estas últimas palabras quedan flotando en el aire, hasta que me doy cuenta de lo que le he dicho. Rápidamente, se da vuelta y se queda así, sin hablarme...
Maggie me da la espalda... perfecto, ella enojada en medio de una poderosa tormenta, que nos dirige a otra isla, en la cual mi tío se volvió loco... seguramente estaremos locos antes de pisar la isla. Qué día más dichoso que este...