El Final

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Sus cálidos labios están por rozar los míos, cuando sale una mano larga y peluda, que clava sus enormes garras en el bello rostro de Maggie, quien grita tan fuerte, que atrae a docenas de esas horribles cosas, que esperan ansiosos por su cena. Ahí es cuando me doy cuenta de que hemos invadido el hogar de unos malditos primates. Al fin y al cabo, mi tío no estaba tan loco, solo intentaba protegernos. Rápidamente otro mono se abalanza sobre Maggie y le presiona los ojos, hasta reventárselos. Luego aparecen dos más, los cuales le desgarran el antebrazo y otro le perfora el abdomen con sus colmillos.
No puedo moverme. Se supone que debería ayudarla, salvarla... pero no, me quedo aquí como el cobarde que soy, por el simple hecho de que no me puedo mover. Estoy en shock mirándola. Siento que una lágrima rueda por mi rostro y al caer, moja un pequeño terrón. Él tenía razón sobre esta maldita isla. Él sí era un sobreviviente. Veo cómo se comen a mi esposa y a nuestra hija, quien era tan solo un feto.
Cuando salgo del estado de shock, uno de ellos nota mi presencia y salta en mi dirección. Con un rápido movimiento, logro esquivarlo y tomo un palo con punta. Armándome de valor, salto y se lo entierro en la cabeza en honor a Maggie y a nuestra hija. Ya no puedo seguir viviendo con la culpa de habernos guiado a una muerte segura. Tampoco podría escapar de ellos porque me alcanzarían. Ya no queda nadie importante en mi vida; mi esposa e hija acaban de morir frente a mis ojos, y mi familia en un estúpido accidente. La única opción sería vivir con mi tío en el manicomio... pero lo único que quiero es estar con todos los seres queridos que amo. Sin pensarlo dos veces me entierro el mismo palo en el ojo derecho, que llega a mi cerebro sin dudar, porque el mundo se desvanece, dejándome solo en una habitación blanca sin puertas ni ventanas. Miro hacia arriba y veo a dos personas que se acercan a mí volando. Son ángeles que vienen a buscarme. Cuando están por alcanzarme, la luz blanca se apodera de mí. Veo pasar mi vida ante mis ojos, es horrible. De pronto, todo se apaga y quedo en una oscuridad absoluta, y al último segundo, recuerdo aquellas dulces palabras que alguna vez pronunció: "siempre y por siempre juntos".

Siempre y por siempre juntosOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz