Poseidón

17

Hale

Salí de allí corriendo a toda prisa. Me daba igual lo que pensara la gente.

Tiré los tacones lo más lejos que pude y seguí corriendo.

Me detuve en el muelle.

El dolor que sentía era tan profundo que ni siquiera podía hablar o respirar.

Desesperada intenté relajarme, para que el dolor en el pecho se fuera.

Pero no podía. Porque mi hermano estaba muerto. ¡ Muerto ! No estaba conmigo , y nunca más lo estaría.

Me había dejado. Sola. Yo contra el mundo.

Se había ido. Y yo no soportaba vivir sin él.

Me acerqué al bordillo mientras rememoraba todas mis pesadillas.

Cada vez que viera un secuestro por la tele, un asesinato , cada vez que cruzara el parque Himer , que tomara el autobús, que pasara por la heladería Chocolate ... todo me recordaría a él.

Tomé la pastilla de mi bolsillo. Era la última que me quedaba. Había usado tantas para poder dormir por las noches sin soñar con nada..

Yo no podía vivir con eso. Con ese dolor.

Metí la pastilla en la boca y tragué. Me quité las lágrimas de los ojos y le dije adiós al mundo. Le dije adiós a Mindy. Le dije adiós a un posible futuro con el hombre de ojos azules.

Y di un paso adelante , tirándome al mar. Mientras me hundía , mantuve los ojos abiertos, observando los distintos tonos de azules y verdes que me rodeaban. Desde aquí , el reflejo del sol hacía que el mar se viera todavía más bonito. Entendía como a Zale le gustaba tanto.

Y así, con un pensamiento tras otro , se quedó rápidamente dormida bajo el agua.

Y la oscuridad la engulló.