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Hale

Era blandito. Me hice una bolita para darme calor ; tenía frío.

Noté un peso a mi lado , y abrí los ojos adormilada.

Me sorprendí al verlo junto a mi.

- ¿ Que haces aquí ? - permanecí en la misma posición. Él no me haría daño.

- Tu amiga tenía un compromiso , y me pidió que te cuidara - se encogió de hombros y apartó la mirada de mi.

Pensé que no querría estar allí. Normal. Era sábado por la noche. Probablemente le habría gustado ir de fiesta.

- No tenías por qué haberte quedado.

Él clavó sus ojos en los míos, y esta vez fui yo la que apartó la mirada incómoda.

- No es molestia, Hale. De todas formas , no tenía pensado hacer nada importante.

Asentí no muy convencida. ¿ Un hombre tan guapo como él no tenía nada que hacer esta noche ?

- ¿ Has cenado ?

Negué con la cabeza con cara de culpabilidad.

- Pues te traeré algo - hizo ademán de levantarse pero yo lo detuve.

- No tengo hambre , de verdad - él me miró con el ceño fruncido y los hombros cruzados. Seguí con la negociación - Como mucho puedes traerme un vaso de leche y una ensalada que ya está preparada en la nevera , por favor.

- Está bien - accedió él - ahora vuelvo.

No pude evitar sonreír cuando volvió con una bandeja con lo que había pedido y con dos vasos de chocolate caliente.

- Aquí tienes - dejó cuidadosamente la bandeja en la cama para no manchar nada .

- ¿ De dónde has sacado los chocolates ? - los miré con amor. Amo el chocolate.

- Los compré de camino aquí. ¿ Te gustan , verdad ?

- Por supuesto. Es un delito que a alguien no le guste el chocolate - sonreí y él se tumbó relajado.

Comimos en silencio por un momento , pero no era incómodo.

- ¿ Te gustan mis ojos ? - esbozó una sonrisa seductora alzando las cejas - he notado que te quedas medio embobada mirándolos.

Me tapé la cara sonrojándome. ¿ Tan atontada se me veía ?

- Pues sí - admití - el color es precioso. Es como el del mar. A veces me da la sensación de que incluso el color varía a distintos tonos de verdes y azules, como si se movieran en forma de suaves olas - relaté algo en lo que me había fijado muchas veces.

Él abrió la boca sorprendido por tanta información. Volví a sonrojarme al caer en la cuenta de que acababa de desvelar lo mucho que lo había observado.

- Vaya. Si que te has fijado- sonrió pícaramente. Parecía contento - los tuyos también son muy bonitos. Aunque a simple vista pueden parecer marrones, si te fijas predomina más bien el verde.

Se acercó mucho a mi cara para observarlos mejor mientras hablaba.Al darse cuenta de que estábamos casi rozando la nariz , tragó saliva nervioso y volvió a echarse hacia atrás.

Tomé aire intentando relajarme.Él pareció hacer lo mismo.

- Deberías intentar dormir , es tarde - me aconsejó llevándose los platos a la cocina - buenas noches , dormiré en el sofá.

(...)

- ¡ SEVERAITE ! - grité despertándome.

Esta vez , los tres años en los que mi hermano se había dado por secuestrado pasaron rápido. La policía afirmó haberlo encontrado y me dejaron acompañarles hasta el lugar donde le retenían. Pero cuando abrían la puerta de una patada, pude ver a un hombre rajarle la garganta , como su cabeza caía hacia uno de sus hombros , la sangre saliendo a borbotones , y la luz apagándose de sus ojos.

Respiré profundamente mientras me temblaba el cuerpo.

Tranquila , me dije a mi misma. Severaite no está aquí, pero seguro que se encuentra bien. Se despidió de ti , ¿ recuerdas ?

- ¿ Hale ? - entró abriendo la puerta notablemente preocupado - ¿ que ha pasado ?

- Nada nada. Solo era la pesadilla de siempre - hice un gesto quitándole importancia , pero creo que vio que estaba asustada.

No quería volver a cerrar los ojos.

- Está bien.Si necesitas hablar o algo ya sabes donde estoy - señaló el salón y me observó fijamente antes de irse.

- ¡ Zale ! - lo llamé y volvió a entrar alzando una ceja , dándome a entender que me escuchaba . Me sonrojé mientras le preguntaba - ¿ Puedes quedarte ?

- ¿ Como ? - preguntó confundido.

Genial.

- Que si puedes dormir conmigo .

- Ah - entendió y soltó una risa - claro.

Abrí las sábanas para dejarle entrar.

- No me malinterpretes - comenté nerviosa mientras me abrazaba - solo ..

- Ya lo se , Hale ,no hace falta que te excuses - acabó por mi, acomodando su cabeza en mi hombro - piensas que estarás más segura de tus pesadillas , lo entiendo.

Asentí y me relajé , dejándome caer en su pecho y apretujándome contra él como si fuera mi peluche.

- Mmm - gruñó en mi oreja y me di cuenta de que había restregado mi trasero contra él - sera mejor para ti que no vuelvas a hacer eso - susurró en mi oreja.

Me estremecí , a lo que él se rió , y sintiéndome segura , cerré los ojos.

- Sueña con el mar .

Y eso hice. Con un mar del mismo color que sus ojos.

PoseidónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora