Rodeada de colmillos (RDC#1)

capítulo 47

Las puertas del ascensor se abren automáticamente. Tomo firmemente las laves en mi mano y camino hasta la puerta del laboratorio. Introduzco la llave en el cerrojo y la puerta se abre al instante. La empujo con todas mis fuerzas ya que es pesada y en ocasiones pasadas me la abría Cedric. La sala está a oscuras. Las luces estan apagadas pero aún así se puede ver.

Camino entre las sillas con vampiros. Aparte de ellos y de mí, la sala está vacía. Busco a Adrien. Finalmente diviso una silla con Adrien atado a ella. Tiene la cabeza gacha. Me apresuro por llegar a su lado.

-Adrien - lo llamo pero parece ni notarme - Adrien - repito pero nada.

Me acerco más a él y le apoyo mi mano en su hombro para llamar su atención. Se asusta al sentir mi toque.

-Alison... - me dice - ¿por qué te has olvidado de mí?

-shh- lo callo con un dedo - no me he olvidado de ti. Es solo que en ese momento no podía permitir que creyeran que me conocías - le explico.

- sabes todo lo que he sufrido pensando que me has olvidado. Eres lo único que me importa.

-en verdad lo lamento. Me preguntaron si reconocía a algun vampiro y les asegure que no. Temía que te mataran - le digo.

- no tienes razones para disculparte - comenta - te amo.

- yo también te amo - le planto un beso en los labios - voy a sacarte de aquí.

Adrien me enseña sus muñecas y pies atados como si eso fuera un obstáculo imposible de superar.
En una de las pocas mesas que hay en este lugar, hay un cuchillo. Lo agarro y empiezo a cortar las ataduras. No es una trabajo facil pero tampoco imposible. Pronto Adrien queda libre.

De repente la luz se enciende y la puerta se abre de un portazo. Por ella aparecen Cedric e Ian, con un arma.