CAPÍTULO 2

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ELIZABETH

Ya era muy tarde, el vuelo se retrasó y llegué a los Ángeles dos horas después de lo previsto. Eran las 7 y cuarto de la mañana y yo apenas me encontraba bajando del taxi, frente al hotel que había quedado con el señor.

Me sentía muy incómoda. A pesar de venir con cuatro de mis hombres, no es lo mismo al estar cerca de todos los lobos de mi manada.

Estos son los momentos en los que no me gusta estar alejada, me siento sola. Sin la presencia de mi Beta me siento desprotegida, no físicamente, sino emocionalmente, ambos nos complementamos. Es como el hermano que quisiera tener.

La ciudad siempre ha sido una maravilla para mí. Como los humanos se ha desarrollado tecnológicamente me impresiona y me deja anonada.

Le pague al taxi en el que venía y baje de él. Me detuve en seco, ya que pude sentir el magnífico aroma mentolado con notas de chocolate.

"¿Sucede algo Alfa?" pregunto uno de mis hombres, pero solamente lo ignoré. Por inercia comencé a buscar a aquella persona que emanaba ese delicioso aroma, hasta que lo encontré.

Era un joven apuesto, tirado en el suelo. Estaba siendo despreciado por una miserable humana.

Estaba tan nerviosa y enojada a la vez que no sabía cómo actuar. Por fin había aparecido mi preciado mate y gracias a esta señora no podía intercambiar palabras con él.

Cuando alegue con ella, en tono alfa. No se lo pensó más y se alejó dando una disculpa muy a la fuerza.

Cuando ya estábamos solo los dos, lo observe más detenidamente, estaba en el suelo y le tendí la mano para que se pudiera levantar a gusto.

Me sentí muy triste al observar que dudo en tomar mi mano, pero de un momento a otro la acepto con tanta firmeza que creí que nunca me dejara ir. Comencé a temblar de la emoción.

Trató de preguntar por mi estado, pero se lo impedí, tomándolo bruscamente de la mano y metiéndolo en un callejón. Disfruto su aroma y esa sensación eléctrica de tener ambas manos juntas.

Él es el hombre perfecto; alto, ojos cafés, cabello castaño y un cuerpo bien tonificado. Una delicia. Ideal para mí, la pareja perfecta.

"¿Se encuentra bien?" me pregunto nervioso. Uf es música para mis oídos, el temblor de su voz.

"Mejor que nunca cariño" ronronee. Estaba en deleite y no me di cuenta de la entonación seductora que estaba expresando en este momento.

"¿Me podría soltar? Tengo un compromiso"

Yo también tengo un compromiso, y uno muy importante. Bien, no será un problema buscarlo en un futuro, ya tengo impregnado su aroma en mi nariz, así que no va a ser nada difícil encontrarlo en la ciudad llena de humanos.

"Da igual, te buscaré" estaba a punto de morderlo y reclamarlo como mío en este preciso momento, pero me detuve y mejor contuve su aroma en mí. "Nos vemos más tarde"

Me despedí.

Mi loba está que gruñía de molestia por dejar ir a mi mate, así fácilmente. Trate de tranquilizarla, pero no pude hacer nada para que dejara de estar inquieta.

Entre rápidamente al hotel junto a mis lobos y les di mis cosas para que los guardaran en la habitación. Entre al baño para retocar mi atuendo y maquillaje. Ya lista me dirigí hacia el restaurante que tenía el hotel. Solo uno de mis hombres subió a la habitación y los demás me estaban esperando afuera, cuidándome.

Le dije a la señorita de la recepción que estaba buscando la reservación del señor Irwin y ella me señalo el camino y la mesa en la que se encontraba. Al observarlo de lejos me percaté de que en esa mesa se encontraba mi hermoso mate. También comente que quería una mesa aparte para mis guaruras.

ERES MÍO (COMPLETA) DISPONIBLE EN DREAMEWhere stories live. Discover now