CAPÍTULO 3

43.5K 2.4K 404
                                    

EVAN

"No sabes cuantas veces soñé con este momento, muchos años buscándote, esperándote. Y por fin, ¡Por fin! Estás a mi lado."

La verdad, para ser honesto. No sabía el sentimiento que estaba procesando en este momento.

Me sentía tan pleno, tan lleno. Pero no sé el por qué.

"No entiendo muy bien lo que está hablando, pero, ¿Gracias? O ¿De nada? No sé qué decir en este momento"

Trate de separarme muy lentamente de ella, para que no se sintiera herida, pero por desgracia me tenía acorralado, además de que su fuerza era muy superior a la mía y eso me estaba impacientando.

"Vendrás a mi casa" demando.

"¿Quiere que la escolte a su habitación?"

"Si, a mi habitación, a mi sala, a mi baño y a todos lados."

Coqueteo conmigo y trató de volver a besarme, pero moví mi rostro hacia un lado, observé como su rostro se puso rígido. Con su mano regreso mi cara en la posición en la que se encontraba.

"No vuelvas a hacer eso" amenazo.

"¿Podrías dejarme ir?" vale, si ya me encontraba incómodo. Estaba comenzando a tener emociones por una extraña.

"Vamos a dejar una cosa clara." Comenzó a jugar con mi nuca, haciendo círculos y poniéndome la piel de gallina "Cuando yo quiera besarte, me besas. Cuando quiera tomar tu mano, la tomas. Cuando quiera un abrazo, me abrazas. A mí nunca me negarás nada. ¿Está claro?"

¡LOCA!

Asentí muy nervioso, si le negaba algo no sabría lo que podría hacer.

Volvió a juntar nuestros labios, adentrándonos a otro apasionado beso.

Pero con la diferencia de que este ya estaba comenzando a subir de tono, tome su cintura y la acerque más a mí, saliendo de ella un exquisito gemido.

Sus manos comenzaron a sacar mi camisa de mis pantalones, tomando mi abdomen en su camino. Sus manos estaban ardiendo ¿o acaso soy yo? Todo comenzó a ponerse bochornoso. En el pequeño cuarto solo se escuchaba el choque de nuestros labios y uno que otro gemido.

"Eres perfecto" me alago. Se tomó el tiempo para admirarme, su pequeño y hermoso rostro estaba rojo y sus ojos estaban dilatados. Se miraba muy lasciva a mi parecer y algunos botones de su blusa estaban desabotonadas.

"¿Gracias?" sonreí coqueto. Era la primera chica que me decía que era perfecto y me miraba con tanto anhelo.

Se rio de mí y me miro con afecto.

"Te vendrás conmigo"

La miré intrigado. ¿Irme con ella? ¿A dónde?

"¿Qué creen que hacen descarados?" nos interrumpió un señor mayor de edad. Rápidamente, tome cartas en el asunto y oculte con mi cuerpo a la señorita Basso dándole su espacio para que se acomodara la ropa y en camino también me recompuse yo.

"Discúlpenos" pedí perdón.

"Es un área restringida, solo personal autorizado puede acceder" comento molesto.

La señorita Basso tomo mi mano y salimos del lugar muy apenados y sonriendo. Al llegar a la mesa en donde se encontraba mi jefe nos miró muy intrigado y sospechando de nosotros.

"¿Por qué tardaron tanto...?" pregunto muy lentamente levantándose de su asiento. Observo nuestras manos entrelazadas y levanto una ceja. Estaba más intrigado.

"Seré directa. Me enamoré de su trabajador y me lo llevaré a casa"

Soltó mi mano y la estrecho con la mano de mi jefe.

ERES MÍO (COMPLETA) DISPONIBLE EN DREAMEWhere stories live. Discover now