Capitulo 24

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Capítulo 24

Maratón 2/4  

Narra Savannah         

Permanecíamos acostados en la cama, Jayden acariciaba mi cabello mitras que yo yacía quieta a su lado.

La luz de la luna llena se reflejaba en la ventana, la noche había llegado demasiado rápido y no estaba preparada para esto, no quería pensar en Randall pero me era evitable no hacerlo.

-¿Pasa algo Savannah? –Pregunto Jayden dejando de mover sus pulgares sobre mi cabello.

-No, absolutamente nada –Mentí, la realidad era que quería salir corriendo de este lugar y encontrarme con Randall, estar con él esta noche que lo obligaría a transformarse dolorosamente.

-Te amo Savannah –Sus palabras me golpearon fuertemente, era demasiado rápido para escuchar esa palabra salir de su boca después de haber pasado lo que paso hoy, pero aun así me resultaba tierno y encantador, era mi mate y sabía a ciencia cierta que lo que decía era verdad, ahora nos encontrábamos más unidos que antes.

-No tienes que responder Savannah, duerme, mañana será un día duro... -Dicho eso Jayden cerro sus ojos.

Intente hacer lo mismo, si dormía la noche pasaría rápida y podría olvidar el asunto de que Randall se encontraba en el bosque convertido en hombre lobo, solo.

Los minutos pasaban, el reloj ya marcaba las 11:49 y mi sueño aun no llegaba, todo lo contrario a Jayden que enseguida cayó en un sueño profundo, su respiración me lo confirmaba.

Si mi problema era Randall, la solución era ir a verlo, estar con él como siempre lo he hecho, mi único inconveniente era Jayden, debía despertarlo pero se veía tan tranquilo que de enseguida descarte esa opción.

Me levante despacio de la cama, tome una blusa blanca, unos pantalones de mezclilla y por ultimo una sudadera negra, me coloque los converse negros y corrí al baño, en donde me encontré con mi cuello mordido, se veía doloroso pero no lo era, más bien era placentero.

Lave mi cara y salí de la recamara con cuidado de no hacer ruido, también cuide mucho los sonidos al bajar las escaleras y al abrir la puerta principal de la casa, lo último que quería era a la familia de Jayden despierta por mi culpa.

Si quería llegar rápido a la manada en la que crecí debía transformarme y correr rápido, muy rápido, quizás llegaría en dos horas impedía.

Así lo hice, me transforme dejando que la ropa que me acababa de colocar se destruyera por completo y corrí.

(...)

Ver de nuevo mi manada me traía nostalgia, fije mi mirada en el bosque y corrí hasta ahí, donde buscaría a Randall y sabía perfectamente donde buscar, nuestro lugar, en donde solíamos ir después de la dura transformación, por experiencia sabía que ese dolor no desaparecía en toda la noche.

Randall no se encontraba en nuestro lugar por lo que opte en olfatear, el aroma de Randall no estaba lejos de aquí.

Camine despacio hasta llegar a acercarme mas a su olor y lo encontré, Randall en su forma lobuna estaba con la cabeza baja y haciendo quejidos de dolor.

>>Randall –Susurre en su mente.

Instintivamente Randall volvió su cabeza a mí, sus ojos lucían contentos de verme, mire a todos lados e hice que mi forma de loba desapareciera, ahora estaba desnuda por lo que corrí a los huecos que nosotros propios fabricábamos en los árboles para buscar algo de ropa, encontré un short blanco de mujer y una blusa, la blusa estaba demasiado chica para mí por lo que la deje en su sitio y me cubrí con mis manos mis senos.

Mire a Randall.

>>Guarde una blusa para mí, vamos te llevare.

Asentí, y camine detrás de él hasta llegar a una roca grande, donde había una blusa de Randall como él había dicho, la tome y me la coloque.

Era lo malo de transformarnos involuntariamente, la ropa estaba regada por el bosque pero no siempre son de la talla adecuada, las cobijas también se escondían.

>>Veo que te ha marcado

-Oh, sí, esta tarde.

Su cabeza de lobo se movió de arriba hacia abajo, asintiendo a mi dirección.

Me senté en la gran roca en la que Randall había guardado su ropa y lo acaricie del lomo.

Para ser realista su pelaje era suave y bello, un color negro.

>> ¿Por qué has venido?

-Por ti.

Era un lobo grande, muy grande, por ser el alfa de la manada era algo normal que su tamaño fuera así.

>> Él... ¿está de acuerdo?

-Sí, no te preocupes –Le sonreí, aun sabiendo que era una mentira, no podía saber lo que Jayden pensaba de esto puesto que no pude despertarlo.

>> Si fueras mía, no dejaría que te acercaras siquiera a él –Randall Gruño un poco.

Suspire, Randall se acostó frente a mí.

-Soy de él.

>> Ese es el maldito problema, aun siendo de alguien más te deseo con la misma intensidad que la primera vez.

-Randall...

>>Esa marca en tu cuello arde en mi pecho.

-Lo siento, no debí venir.

Me levante de la roca, apenas di dos pasos cuando ya tenía enfrente de mí a un lobo negro.

>>No te vallas, me alegro que vinieras... Realmente te necesitaba.

-Bien, en ese caso me recostare un rato.

Mi plan era quedarme acostada en la gran piedra, tenía el suficiente espacio para mí, pero Randall se hecho ahí mismo, en la tierra y su voz en mi mente me dijo que me acostara con él y fue lo que hice, me coloque con él usando como almohada su cuerpo de lobo.

>> El dolor me mata.

-Lo lamento tanto, duerme y cesara un poco.

>> He vivido tanto tiempo con este dolor, aun así nunca me acostumbrare.

-Cuando encuentres a tu mate se acabara por completo.

>> Parece ser que no existe, quizás nunca llegue.

-Llegara.

>>No dormiré rápido, duerme tú Sav, cuidare de ti esta noche.

Me quería negar pero el sueño me invadía y decidí que dormiría solo un rato para despertar temprano y llegar antes de que Jayden despertara al amanecer.

(...)

Unos gruñidos fuertes me despertaron, trate de mover mi cuerpo pero alguien protesto, entonces recordé que caí rendida con Randall y que ahora él era humano, abrí los ojos de inmediato encontrándome con unos fuertes rayos de luz y con un enorme lobo alfa, no tarde mucho para darme cuenta que aquel lobo con manchas blancas y gises era Jayden en su forma lobuna, me pare rápidamente, sus dientes lucían filosos y sus gruñidos amenazantes, me di cuenta que esos gruñidos eran los que me despertaron, mire a Randall que aun estaba tendido en el suelo y como si fuera poco, desnudo.

Jayden gruño más fuerte lo que hizo levantar a Randall, que en cuanto vio a Jayden sus ojos se oscurecieron.

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Holaaaa, aquí esta la nueva parte de este maratón, lamento no subirlo a tiempo pero bueno, mañana se subirá otro, gracias por leer y por sus comentarios, nos vemos mañana de nuevo ¡Besos!

Atm. Dany and bets. 



No mires a mi lunaWhere stories live. Discover now