Después de dos meses que no veía a Harry, hoy iría a Londres. Las cosas entre él y yo han estado bien, muy muy bien diría yo. El coquetea conmigo cada vez que puede y yo estoy encantada con eso, para que mentir.
Estoy en el aeropuerto de Londres y no puedo encontrar a Harry por ningún lado.. ¿Donde se ha mentido? El quedó en pasar por mi, por un pequeño momento me sentí un poco decepcionada. Saque mi teléfono para marcarle.
–¡Bu!–salte cuando alguien me asusto por detrás.
–¡Harry!–lo abrase dándome vuelta–Casi me matas de un susto–dije con la cabeza en su cuello.
–Exagerada.–pude sentir su sonrisa–¿Cómo fue tu viaje–dijo separándose después de segundos o tal vez minutos, no se. Le di un beso en la mejilla y el sonrió aún más.
–Bah, ya sabes. Normal–dije restándole importancia–. Dormí todo el viaje.
Agarro mi equipaje y mi mano para encaminarnos hacia la salida, cuando iba caminando vi una tienda de dulces.
–Hazz, espera vamos ahí–el volteo y al ver la tienda sonrío.
Lo jale hacia ahí y agarre una cantidad de dulces inimaginables, dulces que ni siquiera había probado pero que pronto lo haría.
–¿Vas a regalar dulces?–dijo Harry con las cejas levantadas.
–Cállate, H–lo mire con una pequeña sonrisa debido a la vergüenza pero me dirigí a la caja.
Cuando los iba a pagar, una mano con un billete cruzo mi vista.
–Dejame, yo te los regalo–dijo Harry.
–Si tú insistes.
Espere a que pagara y me di cuenta que traía unas botas rosadas, wow. Me encantan son tan originales. Tome una foto y la subí a Instagram. Salimos de la tienda y el tomo mi mano de nuevo, volteé a ver las manos juntas y sonreí.
No es una pregunta pero, si me gusta mucho.
*
Harry
Después de dejar la maleta de Selena en mi casa decidimos salir a tomar algo. La lleve a un restaurant no tan conocido para no tener nadie que nos moleste, de la prensa y esas cosas.
Cuando llegamos fuimos a la tipo terraza que hay ahí, hay un lago y casas como tipo en Italia.
–Sin duda necesito una foto aquí, si si–dijo en cuanto salimos a la terraza. Ella y su manía de las fotos, ruedo los ojos con una pequeña sonrisa. Aún así me encanta.
–Ven, siéntate–dije corriendo la silla para que se sentará. Vi como sonreía.
–Gracias, señor Styles.
–Un placer, señorita.–dije siguiéndole el juego–¿Qué vas a ordenar?
–Pide por mi–guiño un ojo–confió en ti.
Me encanto como sonó eso. Sin embargo no sabía ni que iba a pedir, porque nunca había venido a este lugar así que decidimos por algo muy sencillo, pasta.
Después de pedirle lo que vamos a comer al camarero nos trajeron lo que vamos a beber.
Selena estaba concentrada viendo el lago y las casas cuando agarre su mano y la entrelace con la mía. Ella volteo a verme, después a nuestras manos y sonrío.
–¿Me extrañaste, pequeña?–dije mirándola.
–Claro, Hazz. Eso es algo tonto de preguntar–rió. Vi que sacaba su celular y abrió una aplicación para tomar fotos. Puso el celular enfrente de nosotros y sin decir nada sonreí para la foto.
–Yo te extrañe mucho, también–le dije en su oído antes de darle un beso en la mejilla, ella se puso rojita y me brindó una pequeña sonrisa.
Es tan hermosa cuando se sonroja. Y siempre.
–Me gustan tus botas–dijo y me sorprendió mucho. Era la primera persona que no decía nada raro de ellas.
–A mí me gustas tú, para que negarlo–sonreí. Pude ver cómo se sonrojaba y bajaba la mirada, levante su mentón con mi dedo–. No seas tímida conmigo... Tenía tiempo que quería decírtelo formalmente sabes, porque bueno es obvio que me gustas y quería saber si te gustaría, no se.. ¿intentarlo contigo?–ella me miraba con sus ojos curiosos y podría ver un poco de gracia en ellos también lo cual me hizo sentirme un poco más nervioso.
Se quedó mirándome por unos segundos hasta que decidió hablar.
–Harry–agarro mi mano, la apretó y ya estaba preparado para ser rechazado–. Tú también me gustas para que mentir–río–. Y si, me gustaría intentarlo contigo.
Solté un suspiro y bese su mano para después sonreírle. Quería besarla pero no podía a arriesgarme de que alguien nos tomará foto. No aún tan pronto, cuando recién estamos juntos.
–Quiero besarte–. Junte mi frente con la de ella para hablar en voz bajita.
–¿Por que no lo haces?–me reto con una sonrisa.
A la mierda lo que digan o pase. Agarre su mejilla y sin pensarlo dos beses la bese, pasó su mano por mi cuello apegándome más a ella.
–Mi madre me mataría si se enterara que me he comido el postre antes de la comida–dije al separarme de ella.
Selena soltó una carcajada con la que yo quede más encantado todavía.
