"Solo amigos" #3 Saga CHDDCH (COMPLETA)

Amigos #62

Adam se preparo de la mejor manera.

Una camisa blanca, jeans desgastados y una chaqueta, la chaqueta que había estado utilizando desde que Megan tenía la de él.

Gruño.

¿Como era que todos sus pensamientos terminaban en ella?

Tomo su móvil.

(Hey, chica sexy)

(¿Qué?)

(¿Llevo condones?)

(¡Eres increíble!)

(Así te gusto)

(Trae todos los que quieras, si aguantas ;))

Adam sonrió.

Así debía de funcionar una relación de amigos con derechos, sin compromiso, sin sentimientos, sin las malditas ganas de correr tras la chica a cada instante.

Tomando un poco de dinero y las llaves de su motocicleta, se dirigió a la puerta.

Se despidió de su madre en el camino y asintió la cabeza en dirección a su padre, las cosas no iban bien entre ellos desde aquella noche.

Al llegar a la fiesta, Adam estaciono y se encaminó dentro de la gran casa.

En cuestión de minutos ya alguien había puesto un vaso rojo desechable en su mano, Adam no dudo en dar un sorbo, así era esto. Llegabas y un vaso de alcohol era depositado en tu mano.

Busco a Liz con la mirada, pero no la vio.

Luego de una media hora donde se dedico a coquetear con chicas, a bailar y tomar, la vio.

No a Liz, no a una chica cualquiera, vio a su chica chocolate.

Adam no pudo evitar sonreír por lo hermosa que estaba con ese vestido negro.

La chica se veía nerviosa observando su móvil.

Adam la siguió con la mirada y entonces la vio subir por la escalera.

Dudo unos minutos en si debía subir o no, pero a pesar de saber que no debía hacerlo, lo hizo.

Esquivando a las personas subió la escalera, pero no la encontró en el pasillo.

¿Donde estaba?

Cerró los ojos un momento, no debía buscarla.

Giró sobre sus talones y se encamino a la escalera nuevamente, pero una voz demasiado conocida para él lo hizo detener.

Un grito, que se escucho como un susurro, "Ayuda" por parte de Megan lo alarmo y en menos de un segundo se encontraba abriendo las puertas de la habitaciones interrumpiendo parejas.

Al llegar a una de las puertas e intentar abrirla, no pudo, la puerta estaba con seguro.

Apoyo la oreja en la puerta y escucho quejidos.

Como un demente gritó.

-¡Megan!

Sabía que su voz sonaba desesperada, pero no le importo quedar como un completo loco.

-¡Adam! - se escucho el grito de la chica desde dentro de la habitación.

La voz de su chica fue seguida por un quejido de dolor.

Ella estaba mal, ella necesitaba su ayuda, debía entrar a la habitación.

Adam pateo la puerta repetidas veces hasta que esta se abrió dejando ver esa escena que le causaba repulsión, dolor y odio.