El Chico De Los Spoilers.

Treinta y ocho. (Especial Navideño).

Especial Navideño 10/10.

Dejo el link de una playlist de spotify relacionada con el capítulo de hoy. Recomiendo también buscar la traducción de las canciones. <3

*

Lottie se encontraba acostada escuchando música y viendo el reloj marcando la medianoche. Oficialmente ya era navidad. Una brisa de nostalgia se acurrucó a su alrededor, puesto que desde hace unos años esta festividad se había convertido más solitaria, empezando porque su familia no era tan unida como antes y cada quien tenía caminos completamente distintos a los de los demás.

La chica tomó su celular y empezó a escribir, decidida a ya dormir pensó en desearle antes una feliz navidad a Peter, de verdad esperaba que aquel spoileador no se atreviera a llevarle la contraria e ir a su casa.

Sin embargo, como siempre, la ironía de la vida se presentó, pues justo instantes previos de enviar el mensaje, escuchó ruido por su ventana. Charlotte alarmada, se dirigió hacia la dirección originaria del estrépito y alzó las cejas incrédula al ver que quien estaba ahí... era Peter.

Inmediatamente, la joven fue a abrirle la puerta, invitándolo a pasar. Al fin y al cabo nadie quiere una ventana rota en navidad.

—Te dije que no vinieras. —fue lo primero que pronunció al verlo.

—Ya sé, así como también me dijiste que no te llamara. Lo siento, pero soy un especialista en romper las reglas. —le picó un ojo para hacer más ligero el ambiente.

—Peter, creo que definitivamente eres un caso perdido.

—No sólo soy un caso perdido, sino que también soy tu caso perdido.

Charlotte únicamente negó la cabeza y trató de ocultar una sonrisa que se quería colar en su rostro. Sí, era cierto que el pelinegro le hacía feliz, no obstante, continuaba disgustándole que la ignorara cuando le decía algo importante, como que no se autoinvitara a su casa. Aun así, lo trataría como un buen "invitado", porque después de todo lo era.

— ¿Tienes hambre? —preguntó por fin al transcurrir unos segundos en donde el silencio hacía una mala jugada.

—No, ya cené. Pero te traje algo. —el joven sacó de uno de los bolsillos de su sudadera una barra de chocolate... mordida— Lo siento si no está completa, pero en el camino se me antojó.

Tal comentario causó en ella una ternura inmensa, en ocasiones asemejaba la actitud de Brooks con la de un pequeño niño.

—No importa. —aceptó la barra de chocolate y la partió en dos, dándole un pedazo a su amigo.— Toma.

—No, yo te lo traje a ti...

—Peter, honestamente, es de ley jamás rechazar el chocolate —cortó la muchacha.

—Pero...

—Señorito Brooks, usted no quiere ir en contra de la ley, ¿verdad?