CAPÍTULO 14

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            "Ten cuidado con la Cumbre Escarlata"

-Lady Cushing.

***

"Necesitas una porción de amargura para no ser devorado.

Para sobrevivir"

-Thomas Sharpe.

***

La mansión necesitaba de la maldad y el pecado para sobrevivir y Lucille era la encargada de proveer ese alimento. La fuerza de voluntad de Lucille era inagotable y jamás se había rendido ante ningún obstáculo. No lo haría ahora. Desde los muros húmedos y podridos espiaba a los jóvenes esperando el momento oportuno para cumplir con su misión.

***

Cuando Annie vio entrar a Virginia y a James a la cocina, su preocupación resurgió. Los rostros pálidos y temerosos eran señal de que la situación se complicaba.

Les sirvió un poco de caldo caliente para que recuperaran el calor y el color en sus mejillas. No quiso preguntar qué había sucedido, lo suponía. Lo intuía.

Pronto las minas de arcilla, el subsuelo, los depósitos del espeso líquido carmesí quedaron atrás, James estaba consternado.

- Dime qué está sucediendo, Virginia. Por favor –dijo James casi suplicando, mientras acercaba sus manos entumecidas al fuego.

Virginia miró a Annie y ésta asintió con la cabeza, como dando el permiso para revelar la verdad. La misma historia fue contada una vez más. La misma incredulidad, desesperación e impotencia fueron ocupando su lugar en el rostro y en el corazón de James.

El joven miró a su hermana con empatía. Jamás hubiese imaginado el sufrimiento que había soportado al guardar semejante secreto. Sus miedos. Su desconcierto. Su soledad. Su absoluta soledad.

Cuando Virginia concluyó su relato, lloraba. James la abrazó fuertemente por largo rato. Ya no estaba sola.

- Lo siento. Lo siento tanto, Virginia –dijo con angustia-. Si lo hubiese sabido yo...

- No podría haber hecho nada, señor –interrumpió Annie, con voz profunda-. Esto va más allá de nuestro entendimiento y de nuestras realidades. A veces, los muertos quedan atrapados en este mundo. A veces, los muertos lo saben, otras no. Lucille está atrapada aquí y lo sabe. Pero dudo de que sea por propia voluntad –reflexionó Annie-. Una casa tan vieja como esta... con el tiempo se transforma en un ser viviente...

James y Virginia se miraron extrañados al oír las últimas palabras de la mujer.

- ¿A qué te refieres? –preguntó James.

- A veces, los vivos no dejan ir a sus muertos... creo que esta casa está viva, de alguna manera, y no deja ir a su tía Lucille –concluyó Annie.

- Pero... pero tiene que haber alguna manera de terminar con esta locura –dijo Virginia desesperada-. Esta casa tiene muertes y sangre en cada uno de sus rincones. Ha habido mucho dolor aquí y... y ha logrado ir más allá de sus muros... -dijo esto mientras la imagen de su madre cayendo por las escaleras la golpeaba una vez más.

REGRESO A ALLERDALE HALLDove le storie prendono vita. Scoprilo ora