Capítulo nueve

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Capítulo nueve:

______ comprobó que Perrie dormía plácidamente antes de levantarse de su cama, dirigirse hacía la única ventana de la habitación, sentarse en el alfeizar y abrir el sobre con cuidado de no hacer ruido para despertar a su rubia compañera.

Cuando tuvo la carta entre sus manos, la inclinó hacía la ventana para que la luz de la luna iluminara el contenido de este.

La realidad sobre ______:

Nombre: ______.
Edad: Dieciocho años
Fecha de nacimiento: 10 de agosto de 1997.
Lugar de nacimiento: Grecia, se desconoce el lugar especifico.
Procedencia: New York, Estados Unidos.

La identidad de ______:

Apellido: Black.
Padres: James y Melany Black.
Historia: James Black murió en la guerra civil angelical, el mismo día en que su mujer fue a dar a luz a su hija, lejos de aquella guerra, donde la madre murió horas después del parto. La pequeña quedó a cargo de la mejor amiga de Melany: Elena quien se llevó a la niña hacía New York nada más obtuvo la custodia.


_____ suspiró cuando terminó de leer y mentalmente se apuntó que al amanecer debía preguntarle a Gabino sus dudas.

La que se suponía que era la información verdadera sobre ella, había cosas que incluso la morena desconocía. Por ejemplo: No sabía que había nacido el 10 de agosto, lo único que sabía era que fue encontrada en la puerta de un orfanato meses después de su nacimiento. Tampoco sabía que nació en Grecia y... ¿Qué se refería Gabino al escribir que se desconocía el lugar especifico? Y, ¿la guerra civil angelical? Recordaba que Eleannor se lo había mencionado la noche pasada, pero estaba tan concentrada en ordenar sus ideas que se le olvido.

Sacudió la cabeza intentando apartar esos pensamientos.

Mañana lo sabrás, se dijo.

Miró por la ventana y observó las diferentes flores que se encontraban en el jardín de Gabino hasta que una gran sombra que se movía por el patio la hizo saltar del susto.

La chica achicó los ojos para fijarse mejor en aquella sombra pero sonrió satisfecha al ver al centauro regar las rosas.

Agarró el sobre y salió de su cabaña para dirigirse hacía Gabino y resolver las dudas del complicado pasado que ella poseía.

—¿No duermes?—le preguntó la chica cuando llegó hasta la gran cabaña y rió entre dientes cuando hizo que el centauro soltara la regadera del susto.
Este miró a la dueña de aquella voz y aliviado, se agachó ha recoger el objeto.

—Podría hacerte esa misma pregunta—le respondió incorporándose y dejando el utensilio de jardinería en las mazetas de las petunias para después abrir la puerta de su jardín y dejar pasar a la joven.

—Estaba leyendo la carta que me diste—Se la mostró—, te vi por la ventana y...

—Y pensaste en preguntarme tus dudas—sentenció—. Claro que lo haré, pero aquí no, pueden oírnos. Pasa dentro—ordenó mirando desconfiado a su alrededor, tal y como lo hizo Elena el día que supo la verdad. _____ le obedeció y entró a la desordenada cabaña que horas antes se encontraba allí. Gabino entró detrás de ella—. Ahora sí. Comienza.

—De acuerdo—suspiró—. ¿Nací el diez de agosto?

—Sí—afirmó.

______ le enseñó la carta que poseía en sus manos y le señalo una parte especifica de su contenido. Gabino leyó la parte señalada.

—¿A qué te referías cuando escribiste que se desconoce el lugar exacto?—Apartó la carta cuando el hombre abrió la boca para hablar.

—Veras, se sabe que naciste en Grecía,pero se desconoce si en el Olimpo o en el Inframundo o incluso en el pueblo humano.

La chica frunció el ceño.

—¿Mi pa...Zeus—se auto corrigió—o Perséfone nunca lo han mencionado?

—Es algo vergonzoso para ellos.

_____ se enfureció.

—¿El qué? ¿Mencionar en alto que soy su hija?—Arrugó el entrecejo y cerró los puños ocasionando un crujido por parte de la carta.

—No, por supuesto que no—Negó con la cabeza rápidamente—. Me refiero que sería vergonzoso admitir algo que prometieron no hacer.

—No logró comprenderte—dijo confusa a la vez que deshacía su ceño fruncido y aflojaba sus puños.

—Las leyendas llevan escritas incluso antes de que los Titanes gobernaran la Tierra. Y en todas esas leyendas una es la tuya, por eso, los Dioses del Olimpo se prohibieron tener relaciones sexuales entre ellos durante el año en el que la leyenda mencionaba tu nacimiento. Y que el Dios de los Dioses diga que incumplió la promesa sería muy vergonzoso.

______ se aclaró la garganta e ignorando el argumento de Gabino mencionado, porque para ella, su "padre" y su "madre" no tenían excusas de lo que habían hecho.

—Según tengo entendido, desde que Poseidón conjuró el puente de los Dioses, no a habido ninguna guerra más pero la que hubo me esta dejando más confundida de lo que estaba.

—Yo no le llamaría guerra—mencionó—, si no más bien un pequeño conflicto—Miró a la chica y al ver su cara de desconcierto; prosiguió—. Ocurrió el mismo día en el que la leyenda mencionaba tu procreación. Cuando los ángeles supieron que la intención de Zeus era evitar la procreación de aquella leyenda, hubo muchas complicaciones—suspiró—. Muchos ángeles comenzarón a opinar que la ayuda de un ser más poderoso que los Dioses les ayudaría con cualquier cosa, pero muchos de los otros ángeles decían que si la leyenda era llamada por el lado contrario al de ellos; lo unico que traería sería dolor y tragedía. Las disputas y peleas por sus distintas opiniones llegó a tal punto que ambos equipos estaban dispuestos a luchar pensando que el ganador tendría opinión en la decisión de los Dioses sobre la leyenda. Pero no fue así. Muchos Dioses participaron en aquella "guerra", como Ares, Hermes, Apolo y muchos más y cuando se proclamaron ganadores por derrotar al ultimo del equipo contrario, una niña con el poder de todos los Dioses había nacido.

Una pequeña llamita de extrema confusión se prendió en su cabeza.

—Espera, espera, espera. ¿Qué yo tengo todos los poderes de todos los Dioses? Pensé que solo poseía el de mis padres.

—Bueno, verás, para que la promesa que hizo tu padre con los demás Dioses no se viera tan deseosa decidió poner un castigo por si alguien decidía incumplirla, ósea, poner un pedazo de sus poderes a la criatura que naciera. Por eso te ven tan peligrosa.

—Oh—masculló—. Y una ultima cosa, ¿a qué te referías ayer cuando dijiste que Harry era muy importante en mi vida?

—Eso tendrás que descubrirlo tu, ______.

—Esta bien—bufó—. Creo que debó volver. Mañana he de madrugar—Gabino asintió—. Buenas noches.

—Buenas noches.

La morena sonrió para después retroceder sobre sus talones y dirigirse hacía su cabaña.

La leyenda del puente de los Dioses {H.S}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora