EL PROFESOR [EDITANDO]

Capítulo 18

Andrew pensó en volver a llamar a Rebeca, pero decidió no hacerlo. Por un momento sintió que había ofendido a su mejor amiga, pero enseguida se planteó la idea de que sólo se malinterpretó su comentario, así que en cuestión de segundos, lo había dado por olvidado.

- ¿Todo bien...? -preguntó Dom, al aparecer.

- Sí... -Andrew se volvió a ella y sonrió-. Todo muy bien.

- Bueno -la joven igual sonrió-. Vayamos a servir la cena.

Ya acomodada la mesa y ambos sentados, se dispusieron a cenar. Dominique tenía su mirada fija en Andrew; nunca se había imaginado un momento así con él. Andrew se dio cuenta y no pudo evitar sonreír.

- ¿Está bien tu comida? -le preguntó él.

- Sí, está bien... -Dom se sentía fuera de sí.

- Tienes toda la comida... -observó él-. ¿Segura te gustó? Sino puedo ordenar algo más.

Con cada acción que le estaba mostrando Andrew, Dominique creyó estarlo soñando.

- No, no es eso. Es que, no sé, nunca creí que esto podría llegar a pasar -explicó la joven-. Tú y yo, juntos... ¿Sabes? Al principio me caías muy mal...

- ¿Ah, sí? -Andrew soltó una risita-. Pues yo creí que eras una calientabancas.

- Oh, como si no lo hubiera notado -soltó divertida.

- Y la gran sorpresa que me diste -él la tomó de ambas manos.

- Que nos dimos -corrigió ella-. Creo que yo me sorprendí más...

- ¿Por qué?

- Pues siempre pensé que no tenías un lado... ¿Cómo decirlo? -la chica frunció el ceño.

- ¿Cursi? ¿Romántico? ¿Dulce? -Andrew sonrió.

- Sí, todo eso. Y ser una de las personas que puede verte así, pues, me hace sentir muy bien.

- ¿Te confieso algo? -Andrew susurró, como si hubiera más gente a su alrededor.

- Claro -Dominique lo miró atenta.

- Eres la primera con la que me comporto así. Con nadie más había sido, um, bueno, 'romántico'.

Dominique no supo que responder. Bien sabía que Andrew no mentía por quedar bien. Eso le gustaba. Sus mejillas se ruborizaron. Oír eso la hizo sentir realmente importante para él.

- Quizás no me creas... -repuso él. Dom seguía sin poder responder-. Pero es verdad. Ahora estoy muy seguro de algo...

- ¿De qué? -preguntó ella, en un tono poco audible.

- Que quiero compartir mi vida contigo.

Dominique lo miró boquiabierta. Sus pupilas se dilataron y su respiración pareció detenerse.

- Andrew, ¿hablas en serio?

- No tengo porqué no hacerlo. Dom, me gusta estar contigo. Me haces sentir tan en paz. Haces que lo tormentoso de mi pasado desaparezca por completo. Me das vida.

- Tú igual me das vida, Andrew -Dom se puso de pie y corrió para poder abrazarlo-. E igual me quiero pasar mi vida junto a ti.

- De ahora en adelante, haré todo por verte feliz.

Dom sonrió y lo abrazó con mucha más fuerza. Andrew acarició su espalda y besó su frente.

- Oh, por cierto, te compré algo -dijo él, al dejar de abrazarla.

- ¿A mí? -Dom lo miró con incredulidad. Andrew rió.

- Pues sí, ¿a quién más?

Andrew corrió a su habitación. Dom se quedó parada junto a la mesa. Comenzó a juguetear con sus manos, mientras él volvía. En ese momento, alguien tocó a la puerta; Dom alzó la vista hacia ésta. Se giró para la habitación de Andrew, pero él no apareció, así que optó por abrir ella. Al abrirla Dom apenas y se asomó.

- Ah, hola Dominique -la saludó Rebeca.

- H-hola... -la joven la miró con ceño.

- Vaya, no sabía que Andrew ya vivía con alguien -Rebeca fingió estar sorprendida.

- ¿Cómo...?

- Pues tú y él ya viven juntos, ¿no?

- Ah, no, no -Dom soltó una risa nerviosa-. Sólo vine a...

- ¿Quién es, amor? -se oyó a Andrew desde su habitación.

- Soy yo, querido -Rebeca se abrió paso y entró.

Andrew salió corriendo. Dom no entendía que hacia ella ahí, si se suponía que sabía que estaban juntos.

- ¿Qué haces aquí, Rebeca? -Andrew la miró con recelo.

- Pues vine a verte, Andy -respondió la mujer.

- Te dije que estaba con Dominique.

- Lo olvidé, hasta que la vi aquí...

- Andrew, mejor me voy -dijo Dom, quien estaba atrás de Rebeca.

- No, Dom. En un momento me desocupo -aseguró él.

Rebeca y Andrew se miraron con seriedad. Entonces, la mujer se giró hacia Dom y le sonrió.

- Que lindos ojos, eh -halagó Rebeca a la joven-. Andrew no deja de decírmelo.

- Ah, gracias -Dom esbozó una leve sonrisa.

- ¿Sabes algo, Dom? -Rebeca sacudió su melena. Dom frunció el ceño-. Andrew es muy feliz contigo. Y, quería agradecértelo.

Tanto Andrew como Dom la miraron confundidos. Rebeca había ido con la intención de decirle a Dom sobre la relación de amigos con derechos que ella y Andrew mantuvieron por tanto tiempo, pero algo la hizo cambiar de opinión.

- Yo... Andrew también me hace muy feliz. 

Andrew camino hasta donde estaba Rebeca y le señaló la puerta.

- Dom, saldré un momento con Rebeca. No tardamos.

- Claro...

- Nos vemos, Dom -Rebeca le sonrió-. Cuídate mucho.

Cuando Andrew y Rebeca se hallaban en el ascensor, él notó que ella tenía un par de lágrimas.

- ¿Qué fue eso? -inquirió él.

- Ya me harté... -musitó Rebeca, mirando colérica a su amigo.

- ¿Harta de qué?

- De que seas tan ciego y jamás te hayas dado cuenta de lo que yo siento.

- No sé a qué te refieras.

- Me voy a ir, Andrew. No puedo verte feliz con alguien más... Necesito olvidarme de que siento algo por ti. Olvidarme de ti. De tu egoísmo.

Andrew no supo como reaccionar. No supo si Rebeca estaba jugando o realmente dijo la verdad.