Dieciséis

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— Tenemos que comprar algunos regalos — La emoción de Rydel era evidente, y eso me hacía feliz, era la única mujer que estaba conmigo ahora, y con quien pasare navidad.

Luego de preparar la casa hace días, estábamos a escasas horas de ser navidad, y todos estábamos preparándonos, iba a ser una gran noche, no era lo que esperaba porque quería a su familia conmigo, pero tenía a unos buenos amigos conmigo.

— Insisto, para acción de gracias del otro año necesitamos más pavo.— Dice Ryland saliendo de la cocina.

Y era cierto, habían pasado semanas de eso, el pavo no había alcanzado, y eso que solo Ross y yo pasamos acción de gracias, juntos y solos.

—Hazel—Miro a Riker quien venía con mi celular en sus manos—Tú hermana te llama.

Lo miro extraño.

— ¿Quien?

— Camila Wesley.

Yo le sonrío tomando mi celular.

"¿Con quien te encuentras en casa, pequeña?" Yo río subiendo hasta mi habitación mientras debo el ultimo adorno de la mesa en la escalera.

"Con los Lynch"

"Como si conociera quienes son."

"Los padres de ellos son buenos amigos de papá y mamá"

"Supongo que alguna vez me hablaron de ellos" Camila suspira "¿Estas consciente que te amo, cierto?"

Yo me siento en el borde de mi cama, para ver el marco de la fotos de los hermanos Wesley.

"Si, y yo te amo a ti."

"Te juro que no quise irme así ese día, pero estaba cansada, y no podía asimilar lo que le paso a mi pequeña"

Bajo la mirada a mi manos, yo suelto un sollozo apretando mi mano en un puño.

"No llores... por favor" Por parte de Camila se escucha un ruido "Leah quiso llamarte pero no tuvo respuesta y sabes los horarios, debe de estar ebria celebrando navidad" Reímos.

"Entiendo... ¿Sabes algo de Robert?"

"Me visito hace unos días, el me dijo que te dijera que te ama mucho, y que lo perdones, pero no quiso llamarte porque se arrepiente de haberte dicho eso"

"Me quede muy confundida, pensé que ustedes se iban a estudiar por que lo decidían ustedes"

"En parte si en parte no Hazel" Ella suspira "Falta diez minutos para que sea navidad en escocia, iré con unos amigos al descubrir más el crack"

Empiezo a reír.

"Sino me hubieras explicado que en escocia es algo divertido llamaría a mamá diciéndole que iras a drogarte"

"Feliz navidad, cariño."

"Feliz navidad, cariño."

Y la llamada finaliza.

"Quiero decirte que te amo y feliz navidad niña que nació el mismo día que yo."

Yo empiezo a reír al leer el mensaje de Leah, mi hermana.

(. . .)

Realmente mi cabeza me dolía demasiado, pero había valido la pena, paso una gran navidad con sus amigos, ahora todos nos encontramos sentados en el patio, mientras que Riker y Rocky no se decidían si irse hoy mismo al campamento que habían planeado por dos días, o irse hasta el día viernes.

— Ya basta— grita Rydel levantandose, ella toma de la mano a Ellington.

Quien se había rehusado a ir por dos días al campamento, por le simple hecho que le daba mucho miedo. Y bueno no diría nada, porque yo tampoco iría.

— Nos iremos hoy, dejen de discutir.— Ryland camina hasta dentro de la casa para arreglar sus cosas.

Este ultimo, habían charlado y dejado las cosas en claro, Ryland solo era un buen amigo, y a eso a él no le molesto, de hecho, sus sentimientos hacía mí habían cambiado, y eramos felices como amigos.

No lo iba a rechazar porque no le gustaba, simplemente que a quien a mí me gusta... es mi niñero.

— Entonces nos iran a dejar ustedes.— Dice Riker señalando a Ross y a mí, yo frunzo el ceño viéndolo.

Había jurado que a Ross le encantaba salir de campamento.

Ahora mismo se encontraban dentro del auto de Ross camino de regreso a casa, él solo la miraba por unos micro segundos y regresaba su mirada hacía enfrente.

— Necesito probar algo contigo.— Susurra, yo lo miro quitando mi cinturón de seguridad cuando ya estábamos estacionados en casa.

— ¿Que cosa?

— ¿Me esperarías en tu habitación?

— No tendremos sexo, Ross.

Dicho eso, yo salí de su auto, dejándolo solo.

Yo tecleaba en mi celular cuando siento que el entra a casa, paso a su lado ignorándolo, ahora solo quería acostarse en su cama, a dormir.

— ¿Lo has hecho contra la pared?

Yo me estremezco al escucharlo detrás de mí cuando abro la puerta de mi habitación, yo abro la puerta, estaba dispuesta a dejarlo afuera, pero el lo impide.

— Me gustaría desvestirte como a mi me gusta.

— Siento el sexo en el aire no creo que lo hayas notado.

Él sonríe.

— Yo lo provoque.

La presión que el ejerció contra mis labios me dejaban con ganas de más, sabía que luego de esto nada iba a seguir siendo igual, pero ahora yo tomaba su cabello rubio en mis manos mientras el me empujaba hacía la pared, mientras las prendas cada vez se hacían cada vez más estorbosas.

Podíamos meter la excusa de una inofensiva apuesta, pero sabíamos perfectamente que nunca la habíamos cerrado.

El deseo se había hecho cada más mutuo.

No queríamos pelear, solo queríamos una oportunidad más... un intento más.

— Este es un buen momento para decir que me deseas cada vez más... podríamos llamarlo amor.

— O podríamos llamarlo... nada.

Y dicho eso, él se hundió en mi, mientras que mi espalda dolía con cada embestida que me daba en aquella pared, que se había vuelto nuestra confidente.

Si las paredes hablaron, nosotros ya estaríamos muertos.

Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora