Un amor prohibido.

Capítulo 2.

El profesor comenzó a dar la aburrida clase de Biología. Susan estaba casi durmiendo, y Luisa no paraba de mirar de reojo al extraño chico rubio que tan raro se había comportado al principio.
- Chss, chss... Susan, despierta... ¡Despierta!
- Sí, sí mamá, he lavado los platos... ¿Luisa? Creía que estaba en mi casa...
- Normal, si estabas durmiendo como si estuvieras en tu cama.
Ambas comenzaron a reírse cuando el profesor les llamó la atención.
- ¡Chicas! No quiero risas en mis clases o tendré que expulsarlas. Aunque vuestra conversación me ha dado una brillante idea...
Las dos chicas tragaron saliva pensando que se habían metido en un buen jaleo...
- Ustedes siempre han elegido el sitio donde se sentaban, ¿no?
Toda la clase asintió.
- Bien, pues este año todo va a cambiar y yo mismo les asignaré los asientos que van a tener durante todo el curso. Así podrán conocer a gente nueva y no perderán el tiempo como las señoritas Luisa y Susan, que más que en clase parece que están en una tertulia.
Las dos chicas se pusieron rojas.
Luisa, tras esta noticia, no paraba de pensar en qué persona no quería que le tocara al lado, aunque el destino es muy caprichoso y puede a veces no jugar en tu favor...