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—¡Que frío! —cerré la puerta de madera de la confitería en la cual trabajaba.

Frotaba mis manos que yacían heladas por el clima de exterior

—¡Lucy bienvenida! —La pequeña Asuka, hija de los dueños, corrió hacia mí prendiéndose de mis piernas.

—¿Como has estado? —acaricié su cabello —¡Afuera esta helando!

—¿Esta todo bien? —Bisca me miró preocupada mientras secaba sus manos con el delantal que llevaba puesto.

—Perdon por el retraso, me quedé dormida —Me incliné ante ella y a Alzack que aparecia en escena con una taza de café humeante.

—No te disculpes Lucy pero con esta tormenta de nieve pensamos que algo te había sucedido ¡Pero estas bien! —Bisca alzó a la niña en brazos mientras me sonreía.

—Tuvieron que comenzar sin mi— Lloriquee —¡Ya mismo me pongo a trabajar!

—Espera un momento... —Alzack me acercó la taza —Entra en calor primero...

—Pero es tarde...

—No te preocupes Lucy hasta que pase la tormenta dudo mucho que alguien venga al negocio. Además ya comenzamos a hacer galletas, una nueva receta de la casa y queremos tu opinión, sientate... —Me guió hasta una de las mesas como si fuera un cliente.
"Son tan buenos" Pensé.

Bisca y Alzack son de origen japonés al igual que yo, se dedicaron muchos años a la cacería siendo expertos en el uso de armas de todo tipo. Se instalaron en el Congo hasta tiempo después de nacimiento de su pequeña. A la edad de dos años Asuka enfermó gravemente producto de los problemas de epidemias en aquel país por ende decidieron marcharse luego de que ella estuviera totalmente recuperada, buscaron su lugar en el mundo terminando en España al igual que yo. Quisieron dedicarse a algo totalmente diferente y tranquilo, la idea sobrevino por Asuka que ama lo dulce, hace un año y medio que abrieron el negocio y me recibieron con los brazos abiertos, con ellos podía hablar tranquilamente japonés y me daban clases de cocina, lo cual me servía puesto que siempre he sido un desastre como cocinera.

Deleitaba el café y comía cinco galletas recién horneadas con chips de chocolate blanco y un poco de mousse en su interior... ¡Delicioso!

—Lucy no deberías comer más... —Asuka me aconsejó un tanto sorprendida.

—¿Por que? Solo estoy probando —reí.

—¡Porque te pondrás más gorda! —exclamó traviesa.

Dejé caer mi cabeza en la mesa.

—¿Tu también? —sollocé.

—¿También? —preguntó curiosa.

—Natsu solía decirme lo mismo —suspiré de forma melancólica.

—¿Natsu? —Quedó pensativa y luego sus ojos se iluminaron —¡Tu novio!

—Si... —Me sonrojé.

—¡¿Cuando lo veré?!

—Pronto —sonrei. Asuka comenzó a festejar, salió corriendo quizás a decírselo a su madre, mi sonrisa se borró, realmente no sabía cuando vendría. Hacia dos días Natsu me había llamado, hablamos una hora entera pero no tocó el tema y tampoco quise preguntarle, no quería ejercer presión en él...

Tomé el último sorbo de café, me levanté y fui a la cocina a preparar los menús. La calefacción estaba al máximo, aquel café había logrado dar calor a mi cuerpo pero dentro de mí, no sabiendo de donde provenía, el frío me invadía.

Recordé aquella ocasión cuando en pleno invierno esperé a Natsu con nerviosismo y pude contarle, darle la noticia de mi inminente partida. Ya a un año de aquello, aún sigo sintiendo la angustia que me causó decir esas palabras.

Natsu...¿Que estas haciendo ahora? Por la diferencia horaria puedo imaginar que estaria saliendo del trabajo... O quizás por ahí, en algún lado caminando ¿Con alguien? ¡No! ¡Imposible! Moví la cabeza rápidamente intentando sacar ese pensamiento, confiaba en Natsu. No podía dejar que mi mente se inventara cosas.

Cuando me di cuenta Alzack me miraba asustado.

—¡Perdon!

—¿Preocupada?—Sacaba una bandeja del horno.

—Un poco... —Junté los menús y los acomodé con un golpecito en la mesada de la cocina.

—¿Los exámenes? —colocó otra bandeja —¿Tu novio?

No pude contestar, el ruido de la puerta me anunció que un cliente había llegado, cambié mi rostro angustiado por una sonrisa cálida y salí a atenderlo, esta mañana sería larga.

Cuando mi horario acabó, me despedí con un beso de Asuka y partí a la universidad. Había dejado de nevar pero el frío cortaba la piel, por salir sobre la hora no tuve tiempo de buscar mis guantes. Me dirigí al metro, dejé pasar uno que estaba totalmente repleto. Por más que no abordara ese llegaba con bastante tiempo. Quince minutos después ya estaba sentada leyendo una pila de fotocopias pero en cada párrafo sólo podía pensar en Natsu... Una relación a distancia cuando en verdad es de amor, es muy difícil de llevar... Duele.

Bajé empujando gente mientras recordaba el Hanabi. Aquel beso... Extrañaba todo... Cuando llegué a la universidad, suspiré, me sentía cansada tan sólo quería que el día acabase rápido para volver a casa y dormir.

Cuando salí ya era de noche, me sentía hambrienta y con un poco de sueño. Por suerte el viaje era de pocos minutos. Al llegar caminé las tres cuadras que me separaban de la estación del metro hasta mi casa, pasé por un mercado y compré algunas cosas precocinadas para cenar. Llegué a la puerta, mi rostro cambió al darme cuenta que no había puesto llave. "Soy una tonta, despistada" Todo estaba en penumbras. Prendí las luces del pasillo y la cocina. Dejé la bolsa así como estaba en la heladera. Corrí al baño a ducharme y al salir sólo quise una cosa: dormir, pero sólo un rato, una o dos horas, debía cenar y luego llamar a Natsu. Bostecé, ni siquiera prendí la luz de la habitación, levanté la sabana y me acosté. Estiré mis brazos en la cama y sentí algo peludo di un salto gritando y prendí la luz... no lo podía creer...

—¡Deja dormir! —Natsu dió un golpe al aire con los ojos cerrados lo esquivé como pude. Mis manos temblaban y mis ojos parecían platos.

Natsu...estaba aquí...

—¡¡Natsu!! —Me tiré encima de él.

Él abrió los ojos y se asustó pero al instante me abrazó con fuerza, rodamos por la cama, caímos, nos pusimos de pie saltamos como niños, dándonos miles de abrazos preguntadonos cosas sin responder más que "¡Cuanto tiempo sin verte!"

Luego nos quedamos mirando y nos dimos un beso, lágrimas mojaron mi rostro. Esa sensación de frío ya no existía...afuera estaba helando pero mi corazón se sentía cálido...

Continuará!

Nota: Hola! Bueno oficialmente ya empezó la segunda parte de esta historia n.n ojala les guste! ヾ(○・ω・)ノ

Aclaración: Estamos en una época donde si no aclaramos ciertas cosas se prestan a confusión: Decidí hacer que los personajes de Bisca y Alzack se dedicaran en un tiempo anterior a la que la historia refiere a la cacería, más que nada porque son personajes que se caracterizan por ser tiradores y quería mantener algo de eso pero PARA NADA apoyo esa práctica aberrante, estoy totalmente en contra y el haberlo mencionado no es sinónimo de promover el maltrato ni la muerte de algún animal en ningún sentido. Si, más de uno va a pensar pero es una historia no necesitas explicar! Y lo es pero prefiero aclarar este punto.
Besos!

Atte: Caroooo-chan!

Hanabi (NaLu)Where stories live. Discover now