#3: Al desnudo

10 2 2
                                    

Abro mis ojos de golpe, me quito de encima las sábanas, y me dirijo al baño para tomar una ducha.

El agua recorre mi cuerpo por un momento, relajándome.

Termino y salgo del baño, envuelta en una toalla, agarrándola para que no caiga al suelo.

Me dirijo a la ventana, para abrirla y tomar algo de aire, pero entonces un estruendo me asusta.

- ¡Londres, muy buenos días para... joder! - exclama Jace.

El grito junto con ese estruendo me asustaron tanto, que quité el agarre de mi toalla, haciendo que esta caiga al suelo, dejándome totalmente desnuda.

Yo al instante tapé mi cuerpo con mis brazos.

Y él se quedó mirándome embobado.

- ¡¿Qué haces?! ¡Lárgate ahora Jace!

- Yo... lo siento - dijo avergonzado, saliendo de mi habitación.

Solo eso me faltaba.
¡Tengo un pervertido en mi casa!

Tengo que olvidar esto, ahora solo sentiré vergüenza, y estaré incómoda a su lado, supongo... que eso es mejor que odiarlo.

¿Verdad?

Okay, olvidémoslo.

Me visto lo más rápido que puedo, tomo mi bolso, y salgo de mi habitación.

Llego al comedor, y lo veo ahí, comiendo demasiado rápido, nervioso. Al verme, se pone peor, comienza a temblar, y sus manos sueltan el vaso de jugo, ensuciando la mesa, con vidrios rotos, y líquido amarillo.

- Cariño, estás muy nervioso ¿pasa algo? - le pregunta su madre.

- No mamá... no... no pasa n-nada, todo es... está muy... bien - habla Jace tartamudeando.

- ¿Estás seguro? - volvió a interrogarle.

- Si estoy bien, no te preocupes - le responde esta vez con dureza en su voz.

- Está bien, si pasa algo, puedes decirmelo.

Comienzo a acercarme poco a poco, con la cabeza gacha, y me siento, lo más lejos que puedo, o sea tres asientos a la derecha, solo preparo una taza de café, y lo tomo apresurada, y ni siquiera se por qué lo hago, simplemente, es como si quisiera ir lo más rápido posible para desaparecer, y lo peor es que iremos a la escuela en el mismo auto, específicamente en su auto.

Me pongo de pie, para poder salir.

- London, ¿solo tomarás un café? - me pregunta mi mamá, entrando al comedor.

- Si, es que... no tengo hambre, comí demasiado anoche.

- Está bien, entonces... chicos, ya es hora de irse, o se les hará tarde, y solo es el tercer día de escuela, vamos, muévanse - habla el señor Morgan.

Jace también se pone de pie, ambos nos despedimos de nuestros padres, y salimos de la casa, directamente a su auto.

El como siempre, entra al asiento del conductor, y yo en el del acompañante.

Y así, con la incomodidad sintiendose en el aire, emprendemos el camino a la escuela.

Cuando paramos en un semáforo, apoyo mi rostro en la ventana.

- London... no apoyes tu... cara ahí, lo vas a ensuciar - comenta, haciendo que me desconcierte.

Me ve desnuda, estaba demasiado nervioso hace un rato, pero ahora vuelve con su personalidad molesta.
Este chico es muy bipolar, bueno, demasiado a decir verdad.

Vivir sin tí, no puedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora