Capítulo Dieciocho: El regalo de Adelaide

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Capítulo Dieciocho: El regalo de Adelaide.

Debido a que ya no tengo porqué ocultar que es mi cumpleaños, sostengo la bolsa con el regalo de Breana junto al de Alexa. Quizás debí dejarlo en el auto de Jocker pero eso sería ser lo suficiente osada como para asumir que luego va a llevarme a casa.

—Ya leí los libros que tomé prestado de tu paraíso— digo recargando mi espalda de la pared mientras él abre la puerta del apartamento.

— ¿Te gustaron?

—Uno de ellos no— respondo entrando a su apartamento. Él cierra la puerta tras de mi.

—Ponte cómoda ¿Quieres algo de beber?

—No, gracias.

Lo veo caminar hasta la cocina. Dejo mi bolso y bolsas de regalos en el sofá, no sé muy bien que hacer. Es decir, creo saber a qué vinimos, creo que estoy a la expectativa.

Si esto va hacia donde creo que se dirige, por favor espero no entrar en una crisis como la última vez.

Tomo la bolsa con el regalo de Breana, estoy planteándome realmente sí Breana robó una tienda costosa de lencería. Lo admito, comienza a gustarme el regalo sobre todo teniendo en cuenta a Jocker. Imaginarlo quitar cosas como estas es un pensamiento bastante agradable.

— ¿Qué miras?

La voz de Jocker me sobresalta y la estúpida bolsa cae al suelo. No se desborda todo, pero al menos cuatro bragas de encaje y lo que parece un tanga de seda queda en el suelo. Jodido cielo, denme un descanso y evítenme la vergüenza.

Él baja lentamente la mirada hacia las prendas en el suelo luego vuelve la vista hacia mí. Me agacho y como puedo devuelvo las prendas a la bolsa. Él sólo me observa.

—Este ha sido el regalo de Breana— digo tras el silencio.

—Porque Breana si sabía que era tu cumpleaños. Yo no lo sabía y entonces yo no pude darte un regalo.

En un momento de inspiración tomo el gran lazo rojo en la bolsa. La bolsa se queda en el sofá y me acerco a Jocker con el. Lo presiono sobre su cuello. Perfecto.

—Puedes ser mi regalo— susurro alzando la vista para observarlo directamente a los ojos.

—Esa ha sido de las cosas más sexy que alguien me ha dicho alguna vez.

Sonrío, tomo la trenza de mi cabello para deshacerla y sólo cuando mi cabello cae libre me siento lo suficiente cómoda. Suspiro sintiéndome más relajada.

— ¿Qué quieres hacer con tu regalo?— cuestiona.

—Disfrutarlo.

— ¿Cómo vas a disfrutarlo?

Ubico mis manos en mis caderas y ladeo la cabeza hacia un lado para darle una mirada que espero resulte muy obvia.

— ¿Estás esperando que te hable sucio?— cuestiono.

—Si vas y quieres hacerlo.

Los dos reímos mientras él se acerca. Pasa una mano por su cabello oscuro y luego extiende sus brazos abiertos. Suelta un suspiro exagerado sin perder su sonrisa.

—Haz con tu regalo lo que quieras.

Paso mis manos por su pecho, sintiendo su firmeza ¡Esta buenísimo! Sigo mi exploración bajando y cuando mis manos palpan su abdomen a través de la camisa, no puedo evitar suspirar. Así deberían ser todos los abdomen que toqué alguna vez en mi vida, no es como si planee manosear a otro hombre que no sea este.

Término Medio ( #1 Saga InfoNews)Where stories live. Discover now