La Otra Familia

Juntos.

Sasuke regresó con el vaso de agua y revisó que incluso bebiera bien y sin dificultades.
-Tengo calor...
-Ya se, pero te enfermarás por el cambio de temperatura tan radical.

-Bolt...
-Hola, papi... -le volvió a saludar sin notar que su padre se estaba muriendo. -Manejas muy rápido cuando estas solo...
-¿Qué hacías en la cajuela? -le preguntó Menma recargado en el sillón.
-Pues, anoche me quedé dormido en ella.
-¿Duermes en la cajuela? -preguntó Sasuke.
-No por lo regular. -se burló.

-¡Tienes suerte de que haya hecho esta parada! -le empezó a gritar Naruto, nadie se asombró. -¡Si no fuera porque se me ocurrió venir a visitar a mi amigo solo un rato...!
-Naruto...
-¡Imagina si le hubiera dado derecho hasta la reunión!
-Naruto...
-¡Que bueno que quedé con él!
-¡Naruto!
-¡¿Qué?! ¡¿Que no ves que lo estoy...?!
-Ya lo sabe. -le contestó con seriedad sin moverse de su lugar.
-... ¿To... todo?
-Todo. -le aseguró.
-¿Todo?
-Todo.-le contestaron al unísono sus dos hijos.
-Ah... -expresó sin saber que hacer, se giró. -Voy a tomar agua, ttebayo.
-¿Estas bien? -le preguntó su pareja.
-Eh, si. Si, estoy... estoy bien...

-No se ve muy bien, mami.
-Lo se. -todos escucharon un ruido en la cocina y fueron corriendo. -¡Naruto!
-¡Papi!
-¡Papá!

Lo encontraron tirado en la cocina, desmayado por la impresión.

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Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue dos pupilas negras como la noche y con un toque felino pero al mismo tiempo cargados de una infantil inocencia.

-¡Mamá, ya despertó papá!
-... ¿Menma? -todo le daba vueltas.
El pequeño se fue corriendo a avisarle a su mamá, Naruto se sentó dándose cuenta que ahora estaba sobre el colchón de la cama. A su lado, estaba Boruto mordiéndose el labio con miedo.
-¿Estas bien?
-¿Mmm...? -lo miró y la cara enrojeció de vergüenza. -...Boruto... hijo... lo siento...
-¿Por qué?
-Por esto. -le confesó. -No mereces cargar con esta vida así...
-Tu tampoco y lo estas haciendo, ttebasa.
-¿Ah?
-Quiero decir que... estoy bien, de verdad. Ahora que lo entiendo, me parece que serías un tonto si no te hubieras juntado con el señor Sasuke...
-... Boruto... -ese no era su hijo, estaba seguro.
-Te quiero papá, nada hará que eso cambie... y no me da miedo compartirte con él.
-¿Con Sasuke?
-¡Con Menma! -le aclaró acercándose mas a él. -Te diste un buen golpazo ¿eh? -le acarició la nuca recargándose en el hombro de su padre. -El señor Sasuke es muy fuerte, él solito te trajo hasta aquí. Que bueno que su casa es de una sola planta, ttebasa~ imagina si tuviera que subir contigo por las escaleras... -se rió imaginando la hazaña.
-¿Dónde está Sasuke?
-Le llamó su jefe, creo que mintió diciéndole que surgió una emergencia.
-¿Ves que no era tan difícil?
-¿De qué hablas?
-¡Nah, estoy hablando con Sasuke!
-¡Pero no esta aquí!
-No tienes ni idea de lo bien que escucha ese hombre... -se siguió sobando la cabeza.
-¡Callate la boca! -le gritó desde la cocina sorprendiendo al pequeño.
-¿Ves?

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-Parece que soy el único hombre racional aquí.

Todos dejaron de masticar al escuchar semejante frase de la boca de Naruto.
-¿Por qué dices eso?
-¿Qué es racional? -preguntó Boruto
-Eres un tonto. -farfulló el pequeño.
-Mi hijo esta sentado con mi amante. -le dijo a Sasuke aprovechando que los otros discutían.
-¡No soy un tonto! ¡Solo que no tengo tanto tiempo para andar leyendo el diccionario todo el rato!
-¡¿No te queda tiempo?! ¿gastas todo el día en hacer nada?
-¡Oye! ¡Ya estaba empezando a estudiar y si no fuera por...! -de improvisto, los ojos se llenaron de lágrimas. -Por...
-¿Boruto? -Menma dejó de sonreír al verlo así.
-Hijo...
-Boruto, ¿cómo es que estabas en la cajuela? -preguntó el intuitivo Sasuke.
-Yo...
-¿Te peleaste con Himawari? -le preguntó Naruto.
-Yo... yo... es que... ¡Es que nunca me escucha! -se levantó y corrió hasta la calle.
-¡Boruto!
-Espera, voy yo. -Sasuke se levantó y lo siguió sin prisa.