.Últimos pasos.

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Chiquito pero importante, creo yo.

Estamos en las ultimas, les recuerdo...

¿Cuántas de ustedes le hacían bullying a Hinata? Siendo sincera, cuando hago una historia, primero escribo una "línea del tiempo" porque tiendo a desviarme, asi que este giro de personaje en Hinata ya estaba planeado. Por eso adoraba sus comentarios ofensivos, si bien le iba...

Muchas gracias por leer y ser tan fiel a mis historias. No sería nada sin ustedes apoyándome.

Espero disfruten este capítulo. Sé que algunas lo estaban esperando. Aunque no me salen bien del todo las escenas de... ¡Mejor no digo!

La puerta del auto fue azotada pero en ese momento, Naruto ni puso atención. Los tres corrieron dentro de la oficina policial. Naruto entró con la respiración agitada, sus ojos recorrieron la oficina discriminando todo lo que no fuera Sasuke Uchiha.

-¡Sasuke! –en cuanto lo visualizó, esquivó a los policías y secretarios hasta llegar a sus pies y caer de rodillas mientras lo besaba incesantemente.

Hinata pasó a ser una simple espectadora al igual que muchos otros hombres, lo vio desvanecerse aliviado y abrazar a su hijo refugiándolos a los dos entre sus brazos. Una mano acarició su mejilla herida, bajó la vista y se encontró con su hija.

-¿Te duele, mami?

-... No. –dudó si todo era real, sin embargo, su hijo también estaba ahí, en medio, sin saber a qué dirección ir. -¿Qué haces aquí?

-Te estábamos buscando, mami. Nos asustó tu nota. –la niña, inocente, se subió a sus piernas y recargó su cabeza sobre el pecho de la mujer.

Después de que los policías hubieran llegado a su rescate, Hinata fue llevada, junto a Menma, a una revisión médica y luego tuvieron que testificar. Ahora, ya habían terminado las formalidades y estaban esperando la firma para irse. Sasuke no tardó en avisarle a Naruto donde estaban, asi que Hinata no se vio en la necesidad de avisar a alguien, además de no tener a nadie más a quien llamar.

Naruto parecía no haberla visto siquiera. Estaba ahí, susurrando al oído de Sasuke y besando la frente de aquel menor de edad.

Boruto la miró y ella trató de sonreírle, sin embargo, su hijo le envió una mirada tan fría y llena de resentimiento.

-Hijo...

-¡Te atreviste a tocarlo! –le gritó llenó de rabia, temblando y enfrentándola cara a cara.

-¡Boruto! –Hinata apenas iba a contestarle pero su padre se le adelantó. –No estés hablándole asi a tu madre. -¿la estaba defendiendo? Sus mejillas sonrojaron. -¡Y tú! –su dedo la apuntó sin temor a los policías que llenaban el lugar. -¡La vas a pagar muy caro! ¿Escuchaste?

-Na... Naruto... -lo vio acercarse con la cara enrojecida por el enojo, se veía alto y peligroso. Contenía una energía que llegó a intimidarla lo suficiente como para no dejarla moverse de su lugar.

-Te lo advertí. ¡Te dije claramente que no tocaras a mi familia! –gruñía y su voz se tornaba ronca.

-¡Naruto, basta! –Sasuke se interpuso en su camino antes de que pudiera acercársele.

-¡Quítate de en medio! –estaba cegado.

-Ella no hizo nada malo.

-¡No la justifiques! ¡Estoy harto de esto! –su mano tocó el hombro de su pareja y no ocupó mucho esfuerzo para quitarlo. No contaba, sin embargo, con que los oficiales se le unieran a Sasuke y entre cuatro lo detuvieran.

La Otra FamiliaWhere stories live. Discover now