Capitulo 22

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Rodrigo seguía sin soltarme... Yo seguí insistiendo en ir allí y proteger el alma de mi señor.

-No puedes entrar hasta que seas demonio, si te ven como angel de seguro no dudaran en matarte, además no se te olvide que se debe despedir-dijo Rodrigo y en un momento todo volvió a la normalidad pero él seguí a mi lado y estábamos en mi cuarto.

Esta sería una despedida... Odio las despedidas.

Salí de mi cuarto junto a Rodrigo. Choque con alguien,callendonos.

-Lo siento..mucho...no era mi intencion-dijo una voz femenina y me levante para luego ayudarle a ella.

Me fije que era Melisa y la abrace, lo cual ella correspondió llorando.

-Jenn!!...Lo siento por no ir...esque Andrea me pilló y me encerró en el cuarto hasta que Hannah me encontro-diji Melisa con un tono triste y no dejaba de abrazarme fuertemente.

-no importa, quiero que te cuides, voy a ausentarme por un tiempo pero te prometo que volvere-dije sonriente tratando de secarle las lágrimas a melisa.

-Q..que?...no puedes-dijo Melisa pero sentí una presencia atrás mío y me di vuelta, era Hannah junto a Michael.

Ambos corrieron hacia mi abrazandome fuertemente,sentía sus lagrimas.

-Jenn...estas viva-dijo Michael sonriendo.

- Andrea hasta trajo un cuerpo que supuestamente eras tu-dijo Hannah con lágrimas.

Los tres me agarraron llevándome hasta la sala donde se encontraba mi señor pero al pasar por la puerta los tres retrocedieron.

Camine justa hasta quedar al centro del salón.

-Quien se atreve a dirigirse ante mí!!!-dijo una voz autoritaria que venía desde el trono.

No se veía quien era por lo oscuro que estaba en la parte del trono pero yo ya sabía quien era.

-GUARDIAS!!!-grito Andrea y de inmediato aparecieron unos guardias que me hicieron que me arrodillará y me apuntaron con sus armas.

Pero de alguna forma no dejaba de sonreír. No se que me provocaba tanta felicidad.

-Dejenla!-grito aquella voz desde el trono.

Los guardias me dejaron y escuche como alguien se dirigía hacia mí. Alse la vista y vi a mi señor mirándome fijamente con unas lágrimas.

-Por que me asustas de esta forma!!?!-dijo mi señor con una sonrisa pero sus ojos estaban llorosos.

Después dirigió la vista hasta Andrea que la miró con odio y desprecio.

-Decapitenla!-ordenó mi señor pero lo contradije.

-Nada de eso!. Dejela vivir mi señor, Yo me encargó de su castigo pero que no sea la muerte-dije suplicándole arrodillada ante él.

Sentí su mirada y me agarró para que me levantara. Luego me abrazo fuertemente.

-mi señor, debo irme por un tiempo...-dije pero él me miró con enojo.

-Tú no te iras, te quedas aquí!-me ordenó pero negué.

-Debo irme pero de seguro que volvere mi señor-dije apenada.

Sentí como algo me llevaba hasta afuera de aquel salón hasta afuera. Saque mis alas que eran de ángel y volé hasta lo alto de iglesia del pueblo.

Me senté un rato con las almas extendidas mirando aquel cielo.

Sentí como un aleteo que se dirigía hasta donde estaba. Mire a todas partes para ver quien era, no veía a nadie hasta que escuche un sonido atrás mío. Era mi señor, tenía las alas abiertas y con la rota que le sangraba por el esfuerzo.

-Jenn, No dejaré que te vayas!-dijo autoritario pero apareció Rodrigo.

-Daniel,tu alma arderá en el infierno si jenn no va a salvarla-dijo Rodrigo a un lado de los dos.

-Que me arda en el infierno! Pero Jenn se queda conmigo!!

-Daniel,yo sé exactamente que pretendes y si sigues con tu clan acabarás con la peor condena del infierno-le advirtió Rodrigo, aunque no entendía nada.

De pronto,se escuchó como si callera una especie de meteoritos. Me fije que varias cosas calleron al castillo.

-¿que acabó de entrar al castillo?-Dije esperando la respuesta de Rodrigo.

Rodrigo dio una señal de que fuéramos y ,me causó gracia, ya que mi señor le dio una mirada de "Tu no me mandas"

Agarre a mi señor,extendiendo mis alas, y me fui volando hasta el Castillo.

Deje en el suelo a mi señor y ambos nos dirigimos directamente hasta aquel ruido y vimos a cinco sujetos en medio del salón.

Saque mi espada pero mi señor me dio una señal de que la escondiera y lo hice.

-¿quienes son ustedes? ¿Que quieren exactamente?-preguntó fríamente mi señor.

-Sólo diré que venimos en orden de Dios y de Abbadon, venimos exactamente para aniquilarte y a poner en orden este reino-dijo uno de ellos.

Los cinco sacaron sus alas, algunas eran blancas otras de demonio. Sentía su presencia, eran de demangeles como yo.

-JA! Ustedes no pueden matarme!-dijo mi señor con una sonrisa maliciosa.

-Buenos días daniel,tanto tiempo sin vernos... Desde la guerra de Hamberblack-dijo uno de los hombres que al parecer era ciego.

Mi señor mostró una mueca de enojo. Me hizo sacar mi espada.

-Jenn....Matalos!-dijo mi señor y yo asenti.

Sacrificio once: Intrusos

Saque mi espada y con un movimiento rápido los dividí a la mitad pero estos desparecieron. Aparecieron delante de mi señor.

-que patético, tantos años luchando en guerras y ahora una mocosa te defiende-dijo el mismo hombre.

«Ahora un mocosa te defiende...»...una mocosa....me dijo mocosa....a mi nadie me insulta de esa forma.

Me las va a pagar....

-Abajo!-grite con rabia y mi señor se agachó, había entendido la indirecta al igual que los cuatro hombres.

Puse el aura negra, agarre una sombras haciendo un tipo de puñales y se los tire al hombre que me había dijo MOCOSA..

Lo empuje contra la pared enterrándole la sombra en la cabeza. Saque mis alas junto con mi cruz y se la puse entre sus alas mientras este ardía de dolor.

-Sigues...ajjj!!...siendo igual de...ajj...peligrosa... Como antes-dijo él pero se dio vuelta, agarrándome fuertemente.

Me di cuenta de que no estaba mi señor por ninguna parte,lo cual me preocupó. Los otros hombres estaban burlándose pero son sus sombras los empuje contra la pared,amarrándolos con ellas.

•Sacrificio al cielo•Where stories live. Discover now