Parte 3

599 58 8
                                    

-¡Cass! ¿no escuchaste lo que te dije?- Salí de un pequeño trance, pero mi madre no me deja hablar. - Desde hace unos días estás ida ¿te pasa algo?-

-No, para nada, sólo estaba pensando en Alex, hace tres días no se nada de ella.- Respondí rápidamente.

Y era cierto, Alex no se había comunicado conmigo desde el sábado, le deje mensajes en el chat, incluso la llamé y no contestaba.

Pero no toda mi falta de atención era por eso, también pensaba mucho en los sueños recurrentes que tenía, no podía dejar de pensar quién seria el chico que invadía mis sueños y sobre todo si existía.

-Solo ve al supermercado a comprar esto.- Me da una pequeña nota. - Y por favor pasa por Sydney y Bradley a casa de tu padre, no quiero que se vengan tan noche.-
Asentí y tomé las llaves de mi auto.

(°°°°°)

Al entrar al centro comercial me di cuenta que había mucha gente. Tomé el carrito y comencé mi recorrido por los pasillos.

Media hora después ya había terminado de elegir la despensa, solo tenía que hacer fila para pagar.

Mi espera en la fila se prolongó otra media hora de mi vida, cuando terminé de pagar para mi mala suerte choqué con una persona y mis compras se dispersaron por el piso.

-¡Lo siento! déjame ayudarte a levantar eso.- Frunció el ceño y agachó su mirada. Rápidamente terminamos de recojer mis compras.

-Nos vemos, y de nuevo perdona.- Su voz ronca me hizo estremecer.

-Adios.- Respondí.

Creo que lo conozco...

Pero no tenia tiempo para pensar...

Despues de mi pequeño incidente, salí del estacionamiento para dirigirme a casa de mi padre, frené en seco cuando vi la cantidad de autos frente a mi, estaban varados por el exceso se tráfico.

-Esto no podía salir peor...

Comencé a hacerme líos con mis pensamientos y vino a mi mente aquel beso del chico intruso, los lugares de mis sueños. Por alguna razón me sentía inquieta, así que decidí apartar mis pensamientos.

Cuando los autos fluyeron conduje a casa de mi padre y para mi sorpresa Sydney y Bradley lo abrazaban.

-Chicos, vamos. Tenemos que irnos.- Dije con voz nerviosa.

-Cass ¿No bajarás a saludarme?- Mi padre habló a regañadientes.

Las miradas de mis hermanos estaban centradas en papá y luego en mí.

-Claro...

Temblorosa y sudando saludé a papá y lo abracé, mi corazón latía demasiado rápido y él solo conservó sus brazo por unos segundos que parecían eternos.

-Tenemos que irnos.- Dije conteniendo un nudo en mi garganta.

-Los veré pronto hijos, los amo.- Nos abrazamos todos y con ese amargo sabor de boca nos fuimos a casa.


(°°°°°)

Mamá! ¡Ya regresamos!- Dijimos los tres al unísono.

Sueños © ✅Where stories live. Discover now