La marea.

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Subo, arriba, bajo.
Me columpio, despacio
entre la espuma blanca del mar.

Delante, me dejo arrastrar.
Siento el dulce aroma a sal,
las aguas enlazan mi andar.

Atrás, me impulsan las olas,
de una en una, pero nunca solas.
Respiro, la brisa, el mar...

Bajo, abajo, subo.
Lentamente, me consumo
en delicadas gotas de cristal.

Un vaivén de sal y tierra,
y deshace, el mar, con sus pasos,
mis huellas, marcadas en la arena.

Qué sutil forma de enamorar,
besando, en calma, mis labios
la suave espuma del mar.

Acaricia, mi rostro, de perlas,
abraza, mi cuerpo, desnudo
la brisa, cálida, fresca.

La Luna, se viste de hielo,
y refleja, el cielo, en tu espejo
su intensa mirada azul.

Sube, alta, la noche.
Sube, con ella, el mar.
Desciende, tan solo, al despertar.

Me mece, tiernamente,
hasta que las estrellas, duermen.
Avanza, vuelve hacia atrás...

Susurra, en silencio, a mi oído,
lenta melodía, al danzar.
Susurros, que saben a sal.

Un final suspiro, me invita a nadar.
Me sumerjo, entre sus brazos,
que me hacen olvidar
cómo poder volver a respirar.

Sube, baja, vuelve a subir.
Se balancea, en calma, navega.
Sube, baja, lenta, la marea...

Gotas De Lluvia Para Un Día Soleado.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt