"El Shinigami y el Gato" | Death The Kid x OC FanFic | Soul Eater

7: "El Detonador, Reacción En Cadena: 3° Eslabón"

La Felicidad En La Explosión

-...Aracne-sama...

-Hola, querida. -dijo la araña transformándose en aquella mujer que tanto miedo le daba.

-No. No. No, no, no, no, no, no, no.... -mascullaba la chica.

-Oye, sólo vengo a darte las gracias. -Aracne se recargó sobre la mesa, con una sonrisa de lo más tranquila.

-¿P-por qué...? -le preguntó su hija, en voz baja, aun con la mirada en otra parte.

-Porque gracias a ti, pude usar a Stein para saber un poco más de mi propia hija. Además, gracias a ti podré al fin matar al hijo del Shinigami. -explicó acercándose a ella, aun con la sonrisa, pero ella soltó un suspiro de miedo y se tapó la boca rápidamente- ¿Qué pasa? Es una felicitación. Sin ti, jamás podría haberlo logrado. Ellos van justo hacia la trampa, lo cual es tan favorable a nuestro lado... Pero parece que tú no lo estas disfrutando... -señaló ladeando la cabeza y entonces, la tomó por la barbilla- Mírame cuando te hablo. -añadió esta vez, con el ceño fruncido.

-Si, Aracne-sama. -los ojos de la chica se llenaban de lágrimas, quería gritar.

Pero, ¿por qué de pronto le importaba tanto?

-No me digas que... No puede ser, ¿te has encariñado con estos idiotas? -le preguntó rudamente y ella sólo volteó a otra parte- Bueno, como sea, hoy no regresarán a Shibusen, ¿de acuerdo? -espetó presionando el rostro de la chica entre sus largas uñas, dejándole un par de cortadas en la mejilla de aquella chica, cuya mirada tan sólo era de miedo- Y otra línea aparecerá en tu tatuaje, porque... ¿Lo sabes? Sino, vamos, intenta adivinar gracias a quién ha sucedido esto. -le susurró, dejando que sus venenosas palabras se deslizaran por los oídos de Charlotte, haciéndola estremecer.

No soportaba la idea de perderlos. Salió corriendo de la mansión, derramando lágrimas aunque sin sollozar, hasta que logró distinguir al chico con sus pistolas gemelas en las manos, volando hacia Aracnophobia.

-No... -masculló la chica, con un gran pesar en el estómago- No te vayas... -añadió estirando su brazo, intentando alcanzar su error y revertirlo, aunque jamás podría hacerlo.

"No, esta vez no me rendiré. Ellos me enseñaron muy bien lo que es la fuerza de voluntad. No me rendiré, pues si lo hiciera, sería porque seguramente jamás los quise lo suficiente." Pensó. Tomó aire.

- ¡¡No te va...!! -comenzó a gritar, tan alto como sus pulmones se lo permitieron, pero Aracne le tapó la boca, atrayéndola a ella, mientras que la chica forcejeaba por alejarse de su madre e ir por su verdadera familia.

-No, no, no. -respondió la mujer, aun tranquila- Eso no se hace... Tan sólo mira... Cómo nuestro plan va perfectamente bien... Cómo ellos caminan hacia su propia muerte... Ara... Es una lástima que no pueda matarlo con mis propias manos. -dijo en el mismo tono tranquilo, y entonces, cuando Charlotte aun podía distinguir a sus amigos, lo intentó de nuevo.

Se soltó de Aracne, provocando que las líneas rojas que se habían dibujado en su rostro previamente, se extendieran dolorosamente. Pero ella lo sabía. Ningún dolor físico igualaba aquel terrible vacío en su corazón.

-¡¡KID!! -logró gritar, y éste se detuvo por un instante.

Volteó hacia atrás. Sin embargo, no vio absolutamente nada y siguió con su camino, ya que Aracne había lanzado un hechizo a la chica y la había arrastrado a un lugar que fuera ángulo muerto para quien quisiera verla.

-Maldita escoria, casi arruinas esto. En fin, supongo que ya no hay nada más que hacer, ¿no? -preguntó entrando a la mansión como si fuera suya.