Trabajando Con Michael Jackson - Fanfic {#MoonwalKingAwards2017}

8. "Celos"

Recargué mi cabeza sobre el hombro de Oscar y cerré los ojos. Tenía un tanto de sueño, pero seguramente pasaría.

—Ven, hija, tenemos algo para ti. —La voz de mi padre resonó desde la sala.

—Ya bajo. —Salí disparada de mi pieza y bajé las escaleras lo más rápido posible—. ¿Qué sucede, papá?

—Hoy vendrán tus tíos a pasar la noche buena con nosotros. Así que tendrás que ayudar a mamá en lo que ella te diga. —Explico—. ¿De acuerdo, princesa? —Se puso de cuclillas. Tomó mis manos y depósito un beso sobre ellas.

—Claro que sí, papá, extraño mucho a mis tíos. —Hice moros—. Además, me encanta cocinar con mamá. —Exclame emocionada.

—Ellos también te extrañan. —Sonrió cálidamente—. Necesitó que cierres tus ojos, Rebeca. —Pide.

—¿Para qué?  —Acato la orden.

—Te dije que tenía algo para ti.

—¿Es un peluche? —Pregunté ansiosamente.

—No, hija. Esto lo podrás usar cuando seas mayor. —Rio por mi comportamiento—. Ahora has lo que te pido.

Asentí y cerré los ojos, papá soltó mis manos y me dio algo, era como de metal, según yo.

—Ahora sí, ábrelos.

Inmediatamente acaté la orden, observé lo que me dió, era como una cadenita dorada con una cosa más.

—¿Qué es esto?

—Es un relicario, está hecho de oro, y allí puedes incluir una foto más. Ese espacio es para que pongas las fotos de tu familia. Aquí yo he puesto una foto de tus tíos, mamá, tú y yo cuando naciste.

—Es maravilloso, gracias, papá. —Lo abracé con todas mis fuerzas.

—No me agradezcas, nena. —Se levantó—. Debes guardarlo muy bien. Nadie te lo puede quitar. Será nuestro secreto.

—Claro.

En ese instante tocaron la puerta, yo subí a mi pieza a guardar lo que recién me dieron, al mismo tiempo que mi papa atendió.

—¡Mamá!

—¡Rebeca! — Me abrazó—. Ayúdame con la cena, hoy vienen los tíos.

—Sí, sí, sí.

—Amor, voy a ver un asunto. No tardaré mucho —Besó sus labios—. Te amo.

—Que maldita asquerosidad. —Me tape los ojos.

—Nada de eso. —Ambos carcajearon—. Cuando te enamores lo harás todo el tiempo.

—Yo nunca me enamoraré.

—Yo también decía eso, y luego conocí a tu padre.

Mi padre partió y con mi mamá hicimos la cena, nos demoramos toda la mañana y una parte de la tarde.

—¿Mamá, podemos salir? Quiero hacer un muñeco de nieve.

—Sí, pero debes abrigarte.

—Pero...

—Es para que no te enfermes. Anda hija, afuera hace demasiado frio.