Capítulo XV

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~ Conóceme ~

Estaba nervioso y todavía alterado por lo sucedido con el doctor Emmett. Antes de volver a ver a Harry, me había cambiado de ropa por lo menos cinco millones de veces. Después de decidir por fin qué conjunto usar, me quedé esperando frente a la ventana de mi habitación, inquieto.

Después de quince minutos lo vi llegar a pie. Dejé que se acercara a la puerta principal. Yo estaba solo. Mi padre en su trabajo y mamá se había comprometido con ayudar a cambiar el tapiz de las paredes, así que se pasaría practicamente todo el día en las tiendas eligiendo el diseño perfecto.

Harry llevaba una camisa roja de cuadros y unos pantalones demasiado ajustados, e iba silbando. Corrí a recibirlo a la puerta, acomodándome la ropa.

Observé su silueta detrás del cristal de la puerta. La abrí, al borde de un ataque de nervios. La sonrisa con que me saludó hizo que me temblaran las piernas.

-¿Listo para conocer mi humilde morada?

No hice otra cosa más que asentir. Echamos a andar por el camino principal. Era una tarde preciosa. No había una sola nube en el cielo, y hacía una temperatura muy agradable. Avanzamos en silencio por la calle y doblamos por otra.

En cinco minutos después, llegamos frente a un enorme edificio. Era bastante elegante y desde afuera parecía moderno.

-Llegamos -dijo.

Metió la llave, abrió el portal y me invitó a pasar. El suelo de la recepción estaba recubierto de una cerámica roja, y las paredes eran de un color crema liso. Entramos en el ascensor y pulsó el botón del octavo piso. Me di cuenta de que estábamos solos. Eso me hizo sentir emoción y nerviosismo al mismo tiempo.

Las puertas se abrieron, y vi que solo había dos departamentos a lo largo del pasillo. Al parecer estos debían de ser más grandes que los de los pisos inferiores. Harry me guió hacia la derecha, introdujo su llave en la cerradura de la puerta y pasó.

-Bienvenido -dijo desde adentro.

Respiré hondo y entonces entré. Su departamento era impresionantemente amplio. La sala de estar, enorme, estaba pintada de un color azul muy claro, y un sofá de piel adornaba el espacio principal. Sin duda la personalidad de Harry invadía la habitación. Desde la colección de libros gastados hasta los montones de periódicos. Su guitarra eléctrica ocupaba el centro, y sus vinilos estaban clavados a las paredes, como pósteres.
No habían fotografías de familiares, y me entró la curiosidad de saber si era cierto lo que Niall nos dijo. Sus padres habían muerto y por eso vivía solo.

Me hizo un tour rápido y yo luchaba por disimular mi asombro. La cocina parecía ser el lugar de un chef profesional, con objetos de aluminio y diseños modernos. El baño, más grande que mi cuarto, estaba equipado con un jacuzzi enorme y un lugar para el hidromasaje. Luego de eso, abrió la puerta de su dormitorio y alcancé a ver una cama doble. Intenté no pensar en cuántas chicas o chicos se habían acostado ahí.

Nos volvimos a la sala de estar y Harry me ofreció algo para beber.

-Agua -dije, nervioso.

Fue a su cocina a buscar un vaso y le echó cubitos de hielo. Después de entregármelo, se sentó en el sofá de piel.

Me quedé de pie, sintiéndome tan fuera de lugar. Harry solo sonrió.

Destinados » LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora