<6> Gala. (1/4)

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La maldita luz del demonio entra por mi ventana dándome en la cara, ¿acaso papá está en quiebra como para colocar unas persianas en la habitación de su hija? Maldita seas New York. No lo entiendo, supuestamente estamos en invierno. Invierno significa dispararle con un rifle al señor sol y no moleste por unos meses. Que asco, Holanda no tenía éstos problemas, tenía persianas.

Me remuevo de los brazos de Ash que me rodean por la cintura, me suelto de ellos y me siento en el borde de la cama a pensar... ¿dónde diablos quedó mi ropa interior anoche? Típico de Ash, lanzar mi ropa por cualquier lado y luego se me pierda. Tengo la suficiente flojera como para buscar en el cajón de ropa interior así que decido despertar a Ashton. Ni se crea que él dormirá y yo no.

*lo que espera Ash*

—Mi amor, despierta que necesito tu ayuda. —decir con voz dulce mientras le doy besos en su rostro y cuello.

*Realidad*

—¡Despierta Miller! ¡Se me volvió a perder mi ropa interior! —lo sacudo como trapo viejo y él gruñe molesto.

—No me despiertes así. Joder... —dice levantándose de a poco hasta quedar sentado contra el respaldo de la cama. Suspira largo y me atrae hasta él. —¿qué demonios te pasa Gala? —pregunta dándome besos por el cuello y caricias en el abdomen.

Pues sí, él si es buen novio a la hora de despertar al otro y eso, pero eso no cambiará mi tierna forma de ser.

—Se volvió a perder la ropa interior de anoche. ¿Dónde mierda la lanzaste? —pregunto malhumorada y el desgraciado me muerde.

—Ese tipo de cosas yo no recuerdo. —dice con picardía y ruedo los ojos molesta. Intento levantarme para buscar ropa nueva y bajar a comer mis cereales choco-chips pero Ashton no me suelta.

—Ash, por favor, tengo hambre. —le hago un puchero y él ríe.

—¿Y si antes nos divert... —le interrumpo.

—Tengo. Hambre. Ashton. —digo seria y asiente rendido. Sabe quién manda.

Nos levantamos de la cama y yo era la única que está desnuda ya que él llevaba sus bóxers, me sonríe perverso y empiezo a correr por toda la habitación.

—¡Ven aquí Gala! ¡Hagamos música! —dice Ashton detrás de mí.

—¡No me violes! ¡Te acusaré con papá! —digo y ya empieza a dar frío.

Anoche papá me avisó que debía ir a firmar un contrato en Miami así que no volvería hasta mañana a la noche. Alexia, Ashton y yo tendríamos la casa para nosotros solos, así que nuestros gritos no son problemas de mi encierre a un convento o de la esterilización de Ashton.

Empezamos a vestirnos luego de una corrida en la cual él se terminó agotando primero. Hoy decidimos que saldríamos al centro comercial. Discutimos un rato ya que uno quería ir a comer hamburguesas y el otro a comprar ropa, yo rechacé a cada instante su idea, odio salir a hacer eso y cada vez que lo hago es solo porque él me obliga. Yo digo que su idea debe ser algo de una vez al mes, pero él cree que mi idea debe ser una vez al mes. ¿Pero adivinen qué? Gané yo y haremos lo que Gala diga señores.

¡Así se habla Gala!

—¿Crees que me veo bien con estos jeans? —me pregunta Ash mientras se miraba en el espejo.

—Digo que pareces un prostituto en cubierto. Resaltan de manera estupenda tus pompis. —digo relamiendo mi labio y él estalla a carcajadas.

—Joder Gala, tienes una forma de expresarte única. —me sonríe y río. —pero hablando en serio Gala, ¿me queda bien? No quiero que me... —lo interrumpo.

Notas De Amor. #EditandoWhere stories live. Discover now