11 | Decisión final

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Las lagrimas no dejaban de salir a borbotones, por ambas partes. Se que no llevaba mucho tiempo separada de ellos, pero con el simple hecho de verlos aquí, en su otra forma me hacia pensar que llevaba toda una vida sin verlos. Como si apenas ahora los estuviera conociendo completamente.

Y en cierto modo, así era.

- ¿Cómo estas mi pequeña? – pregunto mamá intentando calmar sus sollozos. Sonreí al escuchar el apodo personal de mi madre hacia mi – me alegro de que estés bien, estaba muy preocupada – sabía que era cierto.

- Si mamá, estoy más que perfecta ahora que puedo reunirme nuevamente con todos ustedes – dije soltándome nuevamente a llorar.

- Me alegro de que estés bien, desafortunadamente tenemos muchas cosas de las que hablar muy seriamente – levante el rostro limpiándome las mejillas y enjugándome las lagrimas para encontrarme con el rostro serio y preocupado de mi padre.

Asentí con la cabeza. Le había prometido a Ian que no diría nada de lo que se hablo en mi habitación y yo definitivamente cumpliría mi promesa.

- Entonces… - comenzó nuevamente papá, pero no termino, porque su pareja levanto una mano par acallarlo.

- Querido – dijo con cariño mientras se recostaba ligeramente sobre su hombro -, deja que coma algo, debe de estar hambrienta – dijo mientras me hacia un pequeño guiño y miraba a papá con gesto suplicante. Y soltó un suspiro con una pequeña sonrisa y extendió una mano, invitándonos a tomar asiento.

Me acerque a la besa y Blake me ofreció la silla antes de salir por una puerta del lado opuesto a la que entramos, Chris se levanto y lo siguió. Junto a mi estaba Austin, y del otro lado, en la cabecera estaba mi madre, que no dejaba de soltar pequeños suspiros de emoción.

Al poco tiempo entro nuevamente Blake seguido por Chris con platos en las manos, colocaron un plato frente a cada integrante dejando los suyos para el final.

La cena estaba deliciosa, sinceramente era lo mejor que había comido en mi vida, era mucho mejor que la carne fresca y mucho mejor en comparación a la que se me había ofrecido en la casa de los cazadores. Esta era exquisita.

Cuando todos terminamos no dirigimos a la sala, Ian y mamá se sentaron conmigo, uno a cada lado. Blake, Austin y Kyle en el sillón de nuestra derecha y Chris con mi papá en el que estaba frente a nosotros.

- Muy bien, supongo que será mejor que empecemos – dijo papá, mi mamá tomo mi mano y le dio un pequeño apretón de apoyo – creo que ha quedado más que claro lo que somos, eso no necesito explicártelo ¿o si? – negué con la cabeza – lo que si me gustaría dejarte claro, es que ni tu madre, tus hermanos o yo pensamos convertirte, no  queremos esta vida para ti.

”Todo este tiempo has estado con nosotros aún cuando sabíamos que un día te enterarías y tendríamos esta platica porque te queremos demasiado Jade. Tu eres nuestra hija, no importa si por tus venas no corre nuestra sangre o si no fuiste parida por tu madre. Te atesoramos como un miembro de la familia. No queríamos llegar a este día por la sencilla razón de que temíamos la decisión que tendrías que tomar.  

- Y… ¿cuál es esa decisión con exactitud? – pregunte ya sin poder contenerme.

- Puedes quedarte con nosotros tal y como eres, en tu forma humana – aclaro – todo el tiempo que desees. O, en caso de que creas no ser capaz de resistirte e ignorar lo que somos, o incluso llegar a querer convertirte tendremos que enviarte con personas como tu, y nos veremos en la necesidad de alejarnos, y… lo más probable es que no volvamos a verte.

Corazón DivididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora