4,6[book01]

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capitulo 46 : quiero pertenecerle
Sasuke

Kiba entró en la clase justo cuando sonó la última campana. Su ojos escanearon el lugar hasta que me encontraron. Su ceño se profundizó mientras caminó hasta donde estaba sentado. No había un asiento vacío a mi lado, pero se detuvo al lado de un chico con cabello rizado, y anteojos y lo convenció de que se moviera antes de tomar su asiento.

Lo miré y él volteó su atención hacia mí. -Hubo un... problema en los casilleros... pero me encargué de ello, y ella está bien -susurró Kiba.

Mi pecho se apretó y enrollé mis manos en puños. -Explica -dije, sin importarme ni una mierda si alguien me escuchaba. Ya estaba listo para irme y encontrar a Sakura. El hecho que se suponía que debía estarle dando espacio era la única cosa manteniéndome en mi asiento.

-Karin la arrinconó en su casillero.

No necesitaba escuchar más. Me puse de pie y empecé a caminar hacia la puerta.

-¿A dónde cree que va, Sr. Uchiha? -preguntó el profesor.

-Me siento mal -respondí antes de abrir la puerta y salir. Debería haberle sacado más información a Kiba. Como si Karin la había tocado. Pero mi instinto de ir a buscar a Sakura y asegurarme que estuviera bien era más fuerte.

Empecé a caminar hacia la clase de Sakura cuando la puerta de abrió nuevamente detrás de mí.

-Sasuke, espera -gritó Kiba.

-Voy a buscar a Sakura -contesté, sin detenerme.

-Ella está bien. Me encargué de ello -fue su respuesta.

-¿Karin la tocó? -pregunté, mi voz subiendo con la idea de alguien haciéndole daño a Sakura.

Kiba no respondió, y supe que tenía mi respuesta.

-Ella estaba defendiéndote en su propia manera loca. Las féminas en esta escuela han llegado a la conclusión de que Sakura es el enemigo, ya que rompió contigo. Seguramente has escuchado las conversaciones hoy. Iba a pasar de cualquier forma. Alguien iba a confrontarla.

Eso me hizo detenerme. -¿Qué? -Le pregunté incrédulamente.

-¿Qué quieres decir con "qué"? -Lucía confundido-. ¿Qué están diciendo? ¿Las chicas?

Asentí.

-Mierda de Sakura. Ella no está respondiéndoles; está manteniendo su cabeza baja. La acompañé hasta su clase y le envié un mensaje de texto a Naruto para que la buscara y la acompañara al almuerzo. El chisme morirá lo suficientemente pronto.

-Espera -Lo detuve mientras mi estómago se retorció e ira pulsó a través de mis venas-. ¿Estás diciendo que la gente ha estado hablándole mierda de esto todo el día a Sakura? ¿Por mi culpa? -Kiba asintió.

-¡Maldita sea! -grité y eché a correr hacia la clase de Sakura.

-¡Pensé que los habías escuchado! -vociferó Kiba.

Si los hubiera oído, los habría callado. ¿Qué pensaba que haría?

¿Dejarlos hablar de Sakura? ¿En serio? ¿Mis propios amigos siquiera notaban que estaba enamorado de ella?

Me detuve en la puerta del salón de clases en el cual ella estaba y respiré profundamente. Mis emociones descontroladas. No había sido mi intención causarle dolor, sin embargo eso era todo lo que parecía capaz de hacer. Había huido de mí porque actué como un imbécil. Me estaba aferrando a ella sin siquiera tomar en consideración el hecho de que tenía sus propios demonios que enfrentar. Me necesitaba, y todo lo que había hecho era tomar de ella.

Estaba listo para ser su hombro en el cual llorar. Quería que se apoyara en mí para variar. Quería más.

Abriendo la puerta de golpe, observé la habitación hasta que la encontré en el fondo, viéndose como si estuviera lista para arrastrarse dentro de su escritorio para esconderse.

-¿Puedo ayudarte, Sasuke? -preguntó el señor Bank.

-Necesito ver a Sakura, por favor, señor -contesté, apartando mis ojos de ella para mirarlo.

-Uh, bueno, um... está bien. Pero, por favor, sé rápido -respondió.

Moví mi mirada de nuevo hacia ella. Si pudiera implorar con una mirada, lo haría. Lentamente, se puso de pie y caminó hacia mí. Sus ojos en el piso, y sus manos en puños frente a sí. Estaba nerviosa. Nunca quería hacerla sentir nerviosa.

Cuando me alcanzó, retrocedí y la dejé caminar afuera hasta el pasillo antes de cerrar la puerta y darnos la privacidad que necesitábamos.

-¿Estás bien? -cuestioné, luchando contra el impulso de extender mi mano y halarla contra mí.

-Sí -contestó en un susurro.

-Me encargaré de Karin. No te molestará de nuevo. Lo juro -dije ferozmente.

Se encogió de hombros. -Le importas. Estaba defendiéndote.

No. Karin se preocupaba por sí misma. Esto no había sido por mí.

Vio una oportunidad para atacar a Sakura y la tomó.

-Si se preocupara por mí, no te habría tocado. La gente que se preocupa por mí te protegería. Como Kiba.

Sakura levantó su mirada para hacer contacto visual con la mía. Sus ojos reflejaban tantas de las mismas emociones con las cuales yo intentaba lidiar.

-No quería herirte.

-Lo sé. Pero yo te herí. No estaba siendo lo que necesitabas. Rompió nuestro contacto visual a media que veía hacia el pasillo.

-Perdiste a tu papá, Sasuke. Debí haber sido más sensible.

Que se joda el no tocarla. Extendí mi mano y cubrí la suya con ella.

-Tenías razón. Estaba usándote para hacerle frente. No te daba nada a cambio. Estaba obsesionado con tenerte a mi lado. Saber que eras mía. Eso no estaba ayudándote. Eso fui yo intentando poseerte.

No respondió. Pero tampoco apartó su mano.

»Iniciamos esto porque podías escuchar y entender por lo que yo pasaba cuando nadie más podía. Sí, te convertiste en mi muleta. Quería estar cerca de ti para poder absorber esa increíble fuerza que tienes.

Esnifó pero no me miró.

»Sin embargo, las cosas cambiaron. Sí, te convertiste en alguien en quien podía apoyarme, pero también más que eso. Esperaba con ansias escuchar tu voz, ver tu sonrisa y, Dios, oírte reír. Amo la manera en que ríes. Todas esas cosas se convirtieron en cosas que amaba. Jamás habría... - Me detuve. Lo que necesitaba decir quería asegurarme de decirlo bien. No quería estropearlo. Esto era importante. Era mi oportunidad de arreglar todo lo que había dañado.

»Esa noche que... cuando dormimos juntos. Sakura, sabía... - Necesitaba que me mirara. Extendiendo mi mano, deslicé un dedo bajo su barbilla y moví su rostro hasta que sus ojos hicieron contacto visual con los míos-. Sakura, sabía que te amaba en ese momento. No te lo dije porque mis emociones eran tan nuevas esa noche. No te hice el amor porque necesitaba consuelo. Te hice el amor porque quería estar tan cerca de ti como fuera posible. Porque, aunque había perdido a mi papá, me habían dado a ti. Alguien que me hacía sentir completo en el interior. Quien me dio una razón para sonreír cada día. Y me permití volverme un poco demente por la necesidad de aferrarme a ti. No quiero poseerte, Sakura. Quiero pertenecerte. Estoy dispuesto a darte todo el tiempo que necesites. Pero tienes que saber que estoy enamorado de ti. -Dejé caer mi dedo de debajo de su barbilla y aparté mi mano de la suya.

No dijo nada a medida que sus ojos ampliamente abiertos se llenaron de lágrimas. Tomó cada pizca de fuerza de voluntad que podía reunir dejarla allí y alejarme.

viernes por la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora