Desde el jardín* (Por: Klauss Salcedo)

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1. 

Nací en la clínica San Pedro Claver, el esclavo de los esclavos, el 31 de diciembre a las tres de la tarde. Mi padre, José Guillermo Salcedo Gómez, era de una familia millonaria. Mi madre, Blanca Eloísa Buitrago García, era de una familia paupérrima, de campesinos. Se amaron, se casaron, pero sus padres los maldijeron por ser primos hermanos, y a mi me cayó esa maldición. Vine al mundo con el cabello largo y crespo. Inicialmente me llamaron Sansón. Tengo el signo zodiacal de Nuestro Señor Jesucristo, Capricornio, que por su situación astral encarna a los seres juzgados, señalados, mártires, dignos, inteligentes, que buscan la perfección en Dios. Me bautizaron en la iglesia de los 12 apóstoles en el barrio Trinidad y Galán. Mi nombre iba a ser Yesid, pero amis padres se les olvidó el papelito donde habían anotado el nombre. Una tía dijo que me pusieran Klauss, como Papá Noel, el que da los regalos. Luego me crié en el barrio Venecia, la ciudad italiana que permanece sobre le agua. Viví mi niñez en un pesebre que mi madre hizo con hortalizas, y en compañía de un ratón, un gato y un perro, por temor a que mi padre me hiciera daño. Una vecina que me quiso mucho, Ligia, me regalaba ropa y los pañales de su hijo. A cambio, mi mamá le lavaba la ropa a ella. ¿Quien soy? Klauss, el otro Jesús.

*Publicado en periódico El Tiempo, 2 de octubre de 2007.



2.

Mi padre llegó ala clínica, me alzó y se puso dichoso por que fui su primer hijo varón. Pero observó que yo tenía un pie deforme y me maldijo. Le gritó a mi madre que si me llevaba a la casa me asesinaba. Un tiempo después, él murió en el rió Caquetá. Se lo comieron las pirañas. Yo tenia tres años y lo comencé a ver cómo descendía del cielo con un látigo a golpearme. Me volví loco. Mi madre, preocupada, me llevó a varios hospitales, pero le dijeron que yo estaba bien. Aconsejada por una vecina, Maria, mi madre me llevó donde un sacerdote, que dijo: como el padre no lo quería, Dios envió por él. Mi madre, llorando, dijo que si era cierto se mataba con sus dos hijas. El sacerdote le dijo entonces que me hiciera un exorcismo que consistía en un conjuro realizado por ella misma para sacarme ese espíritu maligno y desligarme del sortilegio, embrujo, encantamiento, hechizo y magia al que me tenían sometido. A pesar de que mi madre es muy miedosa, me llevó al cementerio a las doce de la noche, me aprisionó en un abrazo y trepó la gigantesca reja con candando. Fue hasta las fosas comunes, donde están enterrados los NN. ella iba vestida de blanco y yo de negro. Me desnudó, me aplicó unos ungüentos con siete hierbas amargas y unas esencias, hizo los rezos, <tragetai, tosadra y amencla>,prendió velones negros, puso una cruz de acero y el cuadro de las tres potencias ( indio Guaicapuro, Negro Felipe y la Reina María Lionza), y me enterró entre la osamenta, entre aquella mucosa putrefacta con moscos y gusanos. ¿Quién soy? Klauss, el milagro.


3.


  Me encontraba entre dormido y despierto. En la ventana apareció una nave espacial ovalada con siete anillos luminosos y destellantes de diferentes matices. Tenia alrededor miles de ventanales y, de repente, en su centro se abrió una compuerta y de una escalerilla descendieron unos marcianos cristalizados de tres metros de altura con un solo ojo en el rostro. Me amarraron a una camilla y me llevaron a Marte. Viajé en una sala inmensa con sistemas científicos computarizados y pantallas gigantescas mucho más avanzadas que las de la Tierra. Ellos  tienen cuartos en forma de estrella catalizadores de energía, los objetos tienen vida, se alimentan cor cargas solares, hacen el amor volando, son hermafroditas y se procrean ellos mismos. El líder me explicó que me habían enviado a estudiar la Tierra, que esa era mi misión, que en mi mete había un dispositivo satelital ultravioleta para enviarles información a través del espacio, que iba a tener marido, que seria parapsicólogo, que entraría a la cárcel y que en mí habitarían muchas personas. Me pusieron tres inyecciones y me regresaron a la Tierra. Lo más asombroso es que todo lo que me dijeron me sucedió. ¿Quién soy realmente? Klauss, el extraterrestre.

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