Capítulo 8: No entiendo nada

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Como dije antes, Marco había vuelto aquí ensangrentado, con la ropa rasgada, y varios daños más. ¿Quién le habría podido hacer esto? Se desmayó poco después de caer al suelo, así que no tenía ni idea, y era incapaz de saberlo.

Me dolía tanto...verle así...aunque supongo que a cualquiera le dolería ver así a un amigo, y más a alguien como él, que es incapaz de hacerle algo malo a alguien, que solo quiere lo mejor para todos y que es tan servicial y amable y-

Menos cháchara y más...no sé, más buscar un botiquín, creo que había uno por el baño...

Y allí fui, y me di cuenta de que no había, así que salí, me di una vuelta por la enfermería, y volví con la cajita de medicinas y vendas y otras cosas. Marco seguía inconsciente para cuando llegué, y supongo que mejor, porque no notaría el dolor al curarle.

Dejé el botiquín a un lado, y con cuidado de no despertarle le quité la camiseta que llevaba, y que posiblemente no volvería a llevar más. Estaba...horrible, sobre todo una mitad de él, como si le hubiesen quemado... Pasé la mano con mucho cuidado por su torso, sobre todo evitando las heridas abiertas, más bien sobre los moretones, aunque acabé manchándome de sangre. Era inevitable.

Empecé con una gasa y agua a limpiarle, y después con un algodón empapado en alcohol a darle en las heridas, y su cara me mostraba que eso no le gustaba nada, pero era mejor que dejarle sangrando y que eso se infectara.

Tardé...bastante, ¿para qué mentir? Y me preocupó que no se moviese mucho mientras le curaba, también tenía bastantes heridas por las piernas, y también le curé, vamos, que acabó de vendas desde el pecho a los tobillos.

Si hubiese estado de humor, habría dicho que parecía una momia.

Pero no lo estaba, creo que eso era obvio.

No sabía qué hacer, si quedarme allí, si ir a buscar a Annie, si...no lo sabía, y acabé quedándome sentado y mirando a Marco mientras él dormía, y más tarde que temprano, acabó despertándose.

-...¿Je...an?

-¿Qué te han hecho?.- No tardé ni un segundo en preguntarle, y él solo me miró completamente confuso.- Estás lleno de heridas, te has desmayado, y llevas una semana sin aparecer, ¿qué te han hecho?

-Yo...- Marco abrió la boca ligeramente, y luego la cerró, dando a entender que no iba a decir nada. Decidí presionarle ante esto y le hice la misma pregunta, pero más insistente.- ...No lo recuerdo...

Por alguna razón, creía que Marco me estaba mintiendo. A lo mejor por su forma de desviar su mirada, a lo mejor por fruncir el ceño, a lo mejor simplemente por verle de esa manera, tan vulnerable...tan...

Tan herido.

No podía ver a Marco de esta manera, a mi mejor amigo, a Marco.

¿Quién demonios heriría a este hombre? ¿Quién sería tan cruel como para hacerle daño?

-Pero no te preocupes, estoy-

-Como te atrevas a decir que estás bien.- Le interrumpí.- Voy a pegarte muy fuertemente, y lo digo serio

-Pero Jean...

Le miré seriamente, y cerró la boca, aunque me sentí mal inmediatamente. Su cara... estaba triste, y sé que era por lo que acababa de decir, ¿estaba siendo demasiado duro? Pero...no podía dejar que Marco sufriese.

No puedo dejar que sufra.

Incluso me dolía a mí verle así.

Y solo había una cosa que podía hacer.

-¿Jean? ¿Dónde vas?

Efectivamente, me levanté y fui a buscar al grupito, y no tardé en encontrarles.

Ellos no tenían heridas, ni un solo rasguño, nada. Y en cambio Marco...Marco estaba... ¿¡Cómo se atrevían!? Sin pensarlo dos veces, me lancé a por ellos. Al rubio ese le pilló de sorpresa, y normal, ¿quién se esperaría que le metiesen un puñetazo en la cara de la nada? Sentí como me barrían las piernas y caí al suelo. Antes de que pudiese reaccionar, alguien me había puesto un pie en la espalda y no podía levantarme.

Sí, yo creía que eso solo pasaba en las películas, pero realmente no podía levantarme, era como si tuviese una piedra gigantesca en la espalda. Sorpresa fue la mía cuando me enteré de que la pequeñaja de Annie era la que estaba impidiendo que me levantase.

-¿Qué te crees que estás haciendo? ¿Acaso crees que te voy a dejar tocar a Reiner?

-Tampoco golpea TAN fuerte, Annie, solo me ha tomado por sorpresa.- Contestó el que supongo que es Reiner

-Tú cállate. Ahora, dime a qué vienes, escoria

-¿¡Qué le habéis hecho a Marco!?

El alto y Reiner se miraron, y después miraron a Annie

-¿No te lo ha contado aún? No me extraña, simplemente...no vales lo suficiente para que te lo cuente

Esto me dejó muy, muy confuso. Seguido de esto, y antes de que pudiese protestar, me llevé un golpe en la cabeza y me quedé allí tirado.

Abrí los ojos nuevamente, y lo primero que se me pasó por la mente es qué había pasado. Me incorporé, el suelo estaba mullido... y es entonces cuando me di cuenta de que no estaba en el suelo, estaba en una cama

-¿Has despertado ya, Jean?

Sí...estaba en mi cuarto, Marco estaba allí...y yo no entendía nada, ¿me había traído él? ¿O habían sido los otros?

-¿Puedes ver bien?

Asentí ante eso, estaba muy, muy confuso aún, y mi cabeza no hacía más que dar vueltas, repleta de preguntas y de otras cosas, pero principalmente, una de ellas.

¿A qué se refería Annie con que no valgo lo suficiente?

¿No soy suficiente para Marco?

Cuando vives con un ángel (Jean x Marco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora