El cambio

101 14 12
                                    

El fuego en mi interior me consumía. Notaba como si me estuvieran retorciendo las entrañas. Cualquier esperanza de vivir que me quedase, se había ido. Sentía que no me quedaba mucho mas. Apenas era capaz de ver con claridad el rostro amargo de mi madre, que mantenía mi mano haciendo presión contra su pecho; U a mis dos hermanos pequeños, llorando mientras se preparaban para el fatídico y triste final. Ni a quien mas temía abandonar; David Rusell. La razón por la que mi corazón aún seguía latiendo.
Podía oírlos perfectamente. Sus lamentos no hacían mas que motivarme para seguir aquí, pero, yo ya no tenía más fuerzas para continuar luchando. No era capaz de mover un solo músculo. Era totalmente un vegetal. En ese preciso momento, empecé a notar que mi corazón se aceleraba, y el fuego incrementó aún mas, si es que podía hacerlo. Entonces, la vista se me fue nublando por completo, hasta quedarme en la oscuridad. Notaba los torpes y frenéticos latidos de mi corazón palpitando, en un un intento de seguir con vida. Además sentía una electriciad dañina en cada recoveco de mi cuerpo. Ya solo esperaba ver algo de luz en medio de aquella ascuridad. Cuando sentía que ya no podía mas, lancé un suspiro y noté como me separaba de mi cuerpo."No, Rose", fué lo último que mis oídos escucharon.

Ahora me sentía libre, sin dolor alguno. En paz, de alguna manera. Había pasado un tiempo en un lugar luminoso y lleno de energías como yo, donde había ido olvidando poco a poco todo de mi vida, gente, suftimientos, alegrías, recuerdos, mi identidad...
Ahora, al fin, me sentía preparada para salir de aquí. Empecé a sentir cómo atravesaba inconscientemente aquel lugar remoto. Supe que había llegado a mi destino cuando una luz me cegó por completo.

No sabia dónde estaba, ni por qué permanecía aquí, sin poder moverme. Con lo agusto que había estado este tiempo en aquel acogedor lugar. Solo oía voces externas, algunas mas tranquilizadoras que otras. De momento empecé a quedarme desamparada, empecé a notar frio, y una presión que me envolvía. Y dolor, más dolor. Oía gritos, cosa que me hizo estremecer. Notaba cómo alguien tiraba de mí, intentando sacarme de allí, por un estrecho lugar, que me estaba causando esa dolorosa y axfixiante presión. Por fin, la presión cesó y, percibí una luz, aunque ni mucho menos tan cegadora como la que me hizo venir aquí.
Supe que ya había abandonado mi refugio. Sentía mi ser en movimiento. Tenía mucho frío, y no podía respirar; Me iba a asfixiar. De momento, alguien, u algo produjo en mi pierna un fuerte dolor, y empecé a llorar. Oh, ya podía respirar. No sabía que se pudiera respirar de esa forma. Dejé de llorar, y entonces noté una fuerza moviéndome. Me dejó caer en algo similar a donde había estado este tiempo. Era húmedo y caliente.Eso fue lo único que me hizo entrar en calor. Al terminar, sentí como un calambrazo en la barriga. ¿Nunca iba a acabar el suftimiento? No pude evitar llorar. De nuevo,volví a sentir movimiento y me posaron en un lugar mas cálido que el anterior. Era reconfortable, como estar sobre una nube. Entonces, oí una voz, una voz que no había dejado de escuchar este tiempo en aquel lugar. Debía de ser mi ángel, quien me había cuidado este tiempo. Le mostré una sonrisa, en favor por todo lo que habia hecho por mí este tiempo. Pareció darse cuenta, pues empezó a hablarme emocionada y alegre. Mi amor por el ángel era correspondido. Nada me separaría de él. Irremediablemente, empecé a sentir una sensacion rara, que hizo que me desvaneciera y quedase inconsciente.

(Seguiré escribiendo)...

Almas unidasWhere stories live. Discover now