C h a p t e r O n e

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Llego el día a Magnolia. Y el rubio seguía dormido en la cama de Rogue.

Mientras tanto, Rogue seguía encerrado en el baño.
Él no había podido dormir mucho, no por lo sucedido en la noche.
¡Su mejor amigo lo había besado! Admite, lo quiere..
¡Pero no de esa forma!

— H-Hmm.. —Rogue jugaba con sus dedos un poco sonrojado.

Aunque, estaba un poco agradecido. Frosch y Lector se habían quedado a dormir con Yukino.
No se imaginaria que hubiera pasado si ellos los hubieran visto así..

— Zzz.. —Sting seguía dormido, mientras se movía un poco en la cama. Llego un momento en el que este se movió tanto, que cayó de la cama.

— ¡Khé! —El pelinegro se asustó un poco, hasta salto. Al escuchar algo caer fuertemente al suelo.
Abrió un poco la puerta, y vio a su amigo tirando en el suelo, sobándose la cabeza.

— Joder.. —Susurró mirando al rededor, para ver si veía a Cheney.

Rogue seguía con la puerta abierta. Sting volteo a ver a Rogue y sonrío.
Él pelinegro rápidamente cerró la puerta y le puso seguro de nuevo.

— ¡Ñee, Rogue! —Dijo parándose, dirigiéndose al baño. Llego y toco la puerta.

— ¡No te abriré, pervertido! —Dijo en un grito, mientras empujaba la puerta para que él no entrará.

— ¡Abre, Sting! Ayer no sé que me sucedió, perdóname. Además, sabes que yo amo a Minerva. —Dijo en un tono serio, mentía.

Rogue no se convenció mucho. Pero, no podía quedarse toda la vida ahí. Además, tenía que ir al gremio.
Abrió la puerta, mientras sacaba su cabeza.

— ¿En serio? —Dijo susurrando.

— Lo prometo, perdóname. — Sonrío, mientras se agachaba a mirar al pelinegro, el cual abrió completamente la puerta, y salió.

— Me alegra escuchar eso, en serio —Suspiro aliviado. Pensó que su amigo se estaba volviendo loco.. No dice pervertido. Por qué eso siempre lo ha sido.

Sting miró a Rogue con ternura, el pelinegro se sonrojó un poco.
Seguían mirándose hasta que Sting se digno a hablar.

— Vamos al gremio.. —Suspiro, para luego decir lo siguiente en un susurro— Cariño.

Rogue optó por no hacerle caso a lo que dijera Sting, y asintió saliendo de su habitacion.

— ¡No te vayas así de repente! —Dijo Sting haciendo puchero, y salió atrás de Rogue.

Era realmente incomodo vivir con su mejor amigo por un par de meses.

— Calla, y sígueme. —Dijo Frío, bajando las escaleras de su casa, dirigiéndose a la cocina.

— Ay, perdón. —Dijo en un tono Gay, bromeando. Quería ver la reacción de su amigo.

Rogue rió un poco. Quiere mucho a Sting, lo admitía.
Sin pensar, que, wow. Esta re bueno.

Ambos gemelos se sentaron en el comedor, hasta que Sting volvió a hablar;

Smut; StinGue.Where stories live. Discover now